31/5/25

APERTURA DEL AÑO JUBILAR EN EL TEMPLO EXPIATORIO DE LAS MM. MÍNIMAS DE MORA D´EBRE (TARRAGONA)

 


El sueño de la Venerable M. Filomena Ferrer O. M. (1841-1868) de erigir un templo expiatorio en honor al Sagrado Corazón de Jesús terminó cumpliéndose el 5 de junio de 1925 cuando el obispo de Tortosa, Mons. Bilbao, procedió a su bendición. 

Desde entonces, la comunidad de MM. Mínimas allí radicada en 1894, procedentes del monasterio de Valls, siguen elevando sus oraciones en reparación, expiación y desagravio.

Cumplido el centenario la Santa Iglesia ha concedido un año jubilar que se extenderá desde el 30 de mayo de 2025 al 5 de junio de 2026 por la que todos los que hasta allí peregrinen pueden lucrar la indulgencia plenaria cumplidas las condiciones pertinentes (confesión y comunión en los días previos o posteriores, rezar el Credo y un Padre Nuestro, Avemaría y Gloria por las intenciones del Papa).


Con una solemne eucaristía, presidida por el obispo Mons. Sergi Gordo y en la que se hizo presente la Fraternidad Mínima Seglar de Alaquàs (Valencia) en la figura de su corrector y esposa, quedó inaugurado este año de gracia en la historia de la Iglesia en general y de la Orden de los Mínimos en particular. 

Desde esta web agradecemos a Francisco Martínez, corrector de la fraternidad, por compartirnos las imágenes del evento.



Por último, compartirles la entrevista que la cadena SER ha realizado a la M. Inmaculada, correctora de la comunidad.

25/5/25

NUEVO CANAL DE WHATSAPP


Búscanos como MÍNIMOS EN FAMILIA.

Entre más miembros seamos y a cuantas más personas lo difundamos a más público llegará el conocimiento del mismo dado el algoritmo propio de esta red social. 

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¡Ayúdanos a dar a conocer a nuestra querida Orden de los Mínimos allende los mares!

Gracias por vuestra colaboración.

8/5/25

HABEMUS PAPAM



V. Oremos por nuestro Papa León XIV

R. Que el Señor lo guarde, le dé larga vida, lo haga santo en la tierra
y no lo entregue a la voluntad de sus enemigos.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.


OREMOS

Dios nuestro, pastor y guía de todos los fieles,
mira con bondad a tu siervo León XIV,
a quien constituiste pastor de tu Iglesia.

Te rogamos que lo sostengas con tu amor,
para que, con su palabra y su ejemplo,
conduzca al pueblo que le has confiado,
y llegue junto con él a la vida eterna.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Amén.


4/5/25

IBSISSIMA VERBA (O CASI) DE SAN FRANCISCO DE PAULA SEGÚN EL ANÓNIMO

San Francisco de Paula - Telde (Gran Canaria)

[A un cardenal por las calles de Roma] “Los apóstoles de Jesucristo no iban con tanto boato” (II, 4).

[Como ermitaño] “Allí permaneció mucho tiempo como única mansión, ayunando, orando y disciplinándose” (III,1).

[El obispo de Consenza] “Además, le autorizó a recibir y vestir con su sayal eremítico a todos aquellos que santamente lo desearan y a darles una norma de vida” (III, 3).

[A los que le ayudaban en la construcción del convento de Paula] “Les recomendaba observar el sacramento del matrimonio y les dirigía muchas exhortaciones” (IV, 1).

[A los que vestían su sayal] “A ellos les dio una norma y un modo de vivir en pobreza, castidad y obediencia, observando vida cuaresmal por todo el tiempo de su vida” (IV, 2).

[Con respecto a la mujeres] “De manera especial recomendaba a sus religiosos que las evitaran como si de serpientes se tratara, sobre todo a las religiosas y a las que ostentan devoción, y solía decir que las mujeres y el dinero llevan a la concupiscencia e inflaman a los siervos de Dios” (IV, 3).

[Con respecto a un horno de cal] “Mandó a todos que se fueran a comer (…). “Echad, echad leña al horno” (V, 1).

[Sobre una cervatilla] “Y prohibió absolutamente a los presenten que la tocasen” (V, 3).

[A Antonio de Donato por ¿un incendio? en el valle] “Por caridad, vuelve a tu habitación” (V, 4).

“Mientras él oraba, el mudo recuperó instantáneamente el habla. Cuando amaneció, lo envió con sus padres a casa” (V, 5).

[De las avispas durante la construcción del convento de Paula] “Y mandó a los religiosos que se alejaran” (V, 6).

[Con unos pescados que le habían obsequiado] “Has llegado justo en el momento oportuno. Vamos los dos a lavarlos para ofrecérselos al Señor” (VI, 1).

[A fray Baltasar de Spigno] “Y el buen Padre le respondió que freía el pescado para dárselo a él” (VI, 2).

[Sobre un fugitivo asesino refugiado en el convento] “El buen Padre encomendó a sus religiosos que le cuidasen bien” (VI, 3).

[Al franciscano Antonio Scozzetta] “¡Caliéntate, hermano! Es necesario que se cumpla la voluntad de Dios” (VI, 4).

“No había persona que se llegase a él en busca de consejo o por cualquier aflicción que no volviese confortada, contenta y satisfecha de las respuestas que de él hubiese recibido” (VII, 1).

“Con sus hermanos religiosos era terriblemente exigente reprendiéndolos como con cara de león. (…) Sin embargo a los ausentes, si alguien les acusaba, aunque fueran culpables, trataba de excusarlos (…). Amonestaba con palabras dulces y buenas razones a los culpables. Amaba a sus perseguidores más que a los demás, dedicándoles palabras de afecto” (VII, 2).

“Nunca hablaba mal de nadie; antes bien, cogía ojeriza y reprendía severamente a quienes, gustosos, escuchaban a los detractores. (…) excusando a aquellos de quienes se hablaba mal” (VII, 3).

“En todas sus obras tenía en sus labios la palabra “caridad”, diciendo: “Hagámoslo por caridad; vayamos por caridad” (VII, 4).

“El buen Padre le preguntó si había vino en el frasco. (…) Entonces el buen Padre le dijo: “Por caridad, dámelo” (VIII, 1).

[En su celda por largo tiempo] “Pero una vez empezaron a romperla [la puerta], el buen Padre dio señales de que no estaba muerto” (VIII, 3).

[De un hombre imposibilitado en litera] “Habló con el buen Padre, y apenas abrió éste su boca, al instante se encontró perfectamente curado” (VIII, 6).

“Lleva esto a la sorda y ésto, a la otra”. Y después añadió el buen Padre: “La sorda curará, pero después enfermará de nuevo del mismo mal; no obstante, al cabo de breve tiempo recuperará la salud; la otra, en cambio, no se podrá curar porque no tiene fe” (VIII, 7).

[De una abortera en Corigliano] “Sepas que aquella mujer ha cometido muchos delitos”. Poco después la mujer fue a hablar con el buen Padre, quien le dijo severamente: “¿No te bastan aún los delitos cometidos, que todavía quieres cometer más?”. Y reprendiéndola duramente, le dijo: “Por caridad, anda a confesarte” (VIII, 8).

[A un enfermo de un lugar entre Messina y Milazzo] “Y le enviaron una candela bendecida por el buen Padre” (IX, 1).

[A una señora mayor estéril] “Anda, vuelve a casa, que Dios proveerá” (IX, 3).

[A un religioso mordido por una serpiente] “Hemos recibido de Dios el privilegio por el que ninguna serpiente ni ningún veneno puedan hacernos daño” (IX, 6).

[Al marino maese Santo de Lochin, mordido por una serpiente] “Cuando la vio el buen Padre, vendó el dedo con corteza de retama y después le dijo: “Anda, vete” (IX, 7).

“Está fuera de duda que más de veinte años antes de ir a Francia el buen Padre ya dijo muchas veces a sus religiosos (entre los que me encontraba yo N. N.) que tendrían que ir a un país lejano cuya lengua no entenderían, ni aquéllos la suya. (…) Respondió: “¡Se ha de cumplir la voluntad de Dios!”. (…) Repetía esto tan a menudo que los religiosos se reían considerándolo un sueño” (IX, 9).

[Cuando se dislocó el fémur en un accidente construyendo el convento de Paula] “Por caridad, es necesario que el hermano cuerpo permanezca así por espacio de treinta o cuarenta días” (X, 1).

[A los obreros cuando se accidentó un carro de materiales durante la construcción del convento de Paula] “Por caridad, id a comer y después volvéis” (X, 2).

[Sobre una carbonera cercana al convento de Paula] “En seguida ¡echa tierra aquí encima! (…) El buen Padre mandaba preparar el carbón que servía al herrero” (X, 3).

[A un joven acusado de comerse unas brevas] “Haz tú lo mismo [meter las manos en lejía]; si no te has comido las brevas, no te quemarás como no me quemo yo” (X, 4).

[Mientras residía en el convento de Paterno] “Y llamó para pedir fuego. (…) y mandó a fray Pedro que devolviera los palos de pino [se llevó las brasas con sus propias manos] (X, 5).

[Un religioso] “Se le apareció dos veces en sueños y, despertándole, le dijo: “Vete a decir a tu madre y a tu padre que cumplan el voto que ellos hicieron por ti y que no lo demoren más” (X, 6).

[Cuando iba a ser arrestado por las tropas del Rey de Nápoles] “Por caridad, si ésta es la voluntad de Dios, me arrestarán, si no, nadie podrá hacernos mal alguno”. (…). Éste le acogió afablemente [al jefe de la galera] diciéndole que la fe del Rey era bien poca y que de nada serviría que él se presentara ante el Monarca. Después le dio algunas candelas: una para el Rey, otra para la Reina, otra para el Duque y otra para la Duquesa, amonestándoles severamente que no se enmendaban, Dios les castigaría” (X, 8).

[Invitó a comer al jefe de la galera] “El mismo buen Padre mandó traer vino, precisamente en una jarra, de las que se usan en Francia (…). Además mandó el buen Padre darles dos pequeñas tortas” (X, 10).

[Con una muchacha poseída] “El buen Padre le preguntó: “¿Quién eres?”. Él respondió: “Somos ciertas legiones especializadas”. El buen Padre le preguntó de nuevo: “¿Dónde están tus secuaces?”. Y el diablo le respondió: “En este bosque cercano, donde casi siempre se ve una bandada de cuervos”. Intervino de nuevo el buen Padre: “¿Adónde van?”. Replicó el diablo: “Los han enviado a destruir diferentes regiones de Italia”. “Y ¿quién les estorba en este proyecto?”, preguntó el buen Padre. El diablo repuso: “Nada pueden hacer mientras tú estés aquí; tu gran humildad se lo impide. Pero cuando tú marches, en seguida, lo llevaremos a cabo”. Aún le preguntó el buen Padre: “¿Quién te ha dado tanta osadía y tanta presunción para invadir y tener bajo tu dominio a esta pobre criatura de Dios?”. El diablo replicó: “No la he buscado yo; fue tras de mí y me metí en su cuerpo, lo cual me resulta tan agradable que no puedo salir de él”. Entonces el buen Hombre de Dios increpó al diablo diciendo: “Márchate, por caridad, y deja en paz a esta pobre hija”. A lo que el diablo le preguntó: “Y ¿dónde quieres que vaya?”. “Anda -dijo el buen Padre-, marcha al lugar que te has merecido desde la creación”. “Está bien -repitió el diablo-, me marcharé dentro de tres días”. “No -dijo con energía Francisco-, ahora mismo, debes irte, y no nos hagas perder más tiempo”. “Bueno, asintió el diablo, saldré por los ojos y me llevaré uno”. “No -interpuso rápidamente el buen Padre-, te prohibo hacer mal alguno a esta criatura de Dios”. Entonces añadió el diablo: “Bien, pues ¡dame alguna cosa!”. El buen Padre dijo entonces a un religioso que le ofreciera algunas ampollas de cristal. Pero el diablo no quería salir y por eso entretenía al buen Padre en vana conversación. Finalmente el buen Padre cogió a la muchacha por los cabellos y, dando la impresión de estar airado, mandó al diablo con gran energía que saliera del cuerpo. Y al instante el diablo obedeció, dejando a la pobre muchacha casi exánime. EL buen padre la reanimó y le dio de comer y de beber; y volvió a casa completamente curada (XI, 1).

[Con otra muchacha poseída] “Entonces el buen Padre mandó a dos religiosos para que conminaran a los demonios a alejarse de aquella pobre hija, y que no volvieran a molestarla, ya que así lo mandaba el Hombre de Dios. (…) Otros muchos poseídos obtuvieron la curación por las oraciones del buen Padre” (XI, 2).

[Con un mudo] “Permaneced aquí con vuestro hijo hasta que las candelas se hayan consumido”. Después el Padre se entregó a la oración” (XI, 3).

[Con un pariente suyo al que su madre impedía ser mínimo] “El buen Padre pidió lo llevaran a la Iglesia del convento para sepultarlo allí y así se hizo. (…) en el momento en el que los religiosos iban a depositarlo en la tumba, hacia el atardecer, el Padre lo impidió, y mandó que todos se retiraran a sus celdas. (…) durante la noche Dios lo resucitó por las oraciones del buen Padre. (…) “Si vieras a tu hijo con vida ¿le consentirías que se hiciese religioso?” (…) Entonces el buen Padre le dio un hábito al resucitado y lo acompañó a la iglesia (XI, 5).

[Resucita a un obrero muerto por una viga en las obras del convento] “Entonces el buen Padre después de consolarlos, les mandó que se fueran, y se quedó él solo (XI, 6).

“Un orfebre de Grenoble me contó que había visto el manantial que el buen Padre, con sus oraciones, había hecho brotar” (XII, 4).

“El Hombre de Dios entró a rezar en una iglesia; tanto tardaba que, cansado el enviado, mandó a algunos que le hicieran salir. (…). En efecto, poco después, concluidas sus oraciones, encontraron al buen Padre delante del altar mayor, por donde habían pasado tantas veces buscándolo” (XII, 5).

“Al atravesar la Provenza por el Delfinado y los territorios de Vienne y de Lyon, muchas personas recobraron la salud mediante sus oraciones” (XII, 6).

[Con los regalos del rey francés] “Lo devolvió todo, sin reservarse nada; más aún, encargó decir al Rey que era mejor que restituyera el bien ajeno, antes que hacerse labrar tales objetos de oro y plata; y que no era propio del estado religioso eremítico el uso de vasos de plata; quería le enviase nada más que tasas de madera” (XII, 6).

[Con nuevos regalos del rey francés, incluida una imagen de oro de la Virgen] “Pero el buen Siervo de Dios se la devolvió manifestándole que su devoción no se fundaba en el oro o en la plata, sino sólo en la Virgen, que reina en el cielo con su divino Hijo. Dijo al enviado del Rey que ya tenía una estampa de papel y que esa le bastaba. (…). Pero buen Padre negándose [el rey insiste hasta tres veces], recordaba al Rey que ya tenía sus propios limosneros, distribuyera de sus limosnas según su criterio” (XII, 7).

[El rey mediante uno de sus médicos le ofrece un birrete lleno de escudos] “Pero el buen Padre, guiado siempre por el Espíritu Santo, rehusó aceptar aquellas monedas, como si se tratara de estiércol; y añadió con voz firme: “Señor, restituya estos escudos de oro a quien los habéis sustraído antes” (XII, 8).

[Al rey de Francia] “El buen Padre nunca la consintió, ni para él ni para su compañero, sintiéndose ya satisfecho con una pocas sardinas. (…). Tanto se arrepintió de sus pecados, que se despojaba den presencia del buen Padre para darse ásperas disciplinas. Esto le realizaba, en cierto modo, tras el consejo del buen Padre (XIII, 1).

[La familia real] “Todos ellos los encomendó al Siervo de Dios, suplicándole que orase a Dios por ellos. Así lo hizo Francisco, que fue muy solícito en mantenerlos en el temor de Dios” (XIII, 2).

[Al rey francés Carlos VIII] “y pedía frecuentes consejos sobre sus asuntos al Hombre de Dios” (XIII, 2).

“Mucho antes de la destrucción de Bretaña, el Hombre de Dios preanunció semejante acontecimiento y procuró evitarlo en cuanto pudo. A tal fin interpuso sus buenos oficios para concluir el matrimonio del duque de Bretaña enviando a dos religiosos con sendos mensajes para el Rey y para el Duque. (…). Mas aunque por entonces el buen Padre vio frustrados sus esfuerzos, con todo añadió: “El Rey se casará con la hija del Duque de Bretaña”. Y así fue. (…). Muy pronto fue ésta con el Rey a visitar al buen Padre. “Demasiado tarde se ha celebrado vuestro matrimonio” -les dijo-, con todo, predijo a la Reina que tendría tres hijos y una hija, que realizarían cosas grandes si el Rey y la Reina observaban la santa ley de Dios. Pero añadió también que si no la observaban, Dios arrancaría esta vid con todos sus sarmientos” (XIII, 3).

[De la batalla de san Alvino] “Se cree piadosamente que el Rey consiguió la victoria por las oraciones del buen Padre” (XIII, 4).

[En el conflicto de Fornay] “Píamente se cree que el buen Padre orase con todo el afecto a Dios por el Rey, para que lo librase de las manos de los enemigos que le perseguían a muerte” (XIII, 5).

[En el momento de presentar la Regla para su aprobación] “En la que prescribía a sus religiosos la abstinencia de carne (…). E hico que dos frailes se preparan para acudir ante el Papa Inocencio VIII a fin de que aprobara la Regla (…). El buen Padre revocó dicho viaje. Es que Dios le había revelado que su primera intención, esto es, aquella de prescribir a sus religiosos la vida cuaresmal, era, sin duda, buena” (XIII, 7).

[Durante una grave enfermedad del santo le aconsejan recibir la Comunión] “Pero el buen Padre dijo: “¡No os preocupéis, el próximo jueves (día en que se consagra el santo crisma) comulgaremos todos” (XIII, 9).

[A la Señora de Bourbón estéril] “Señora, no se preocupe por eso; antes de que yo me vaya de Francia, tendrá un hijo”. En otra ocasión el buen Padre escribió a dicha Señora: “Señora, sea asidua en dar gracias al Rey de Reyes, que dentro de poco dará luz a un hijo”. Entonces dije yo al buen Padre que era peligroso escribir en esos términos, ya que si tal promesa no se verificaba sería un escándalo para la Orden. Pero el buen Padre añadió: “Dejemos a Dios obrar por su cuenta” (XIII, 10).

[La Reina Ana enferma] “Se encomendó a las oraciones del buen Padre, quien le envío tres manzanas” (XIII, 11).

“Ocultaba su santidad aquel santo Hombre ofreciendo a los enfermos pan bendecido y candelas bendecidas; con esto y mediante sus oraciones y el auxilio de Dios que le asistía, sanaban completamente. Hay que subrayar no obstante, que cuanto Francisco encomendaba a los enfermos era precisamente lo opuesto al arte médica. Esto era así para que al sanar reconocieran que Dios es el médico supremo tanto del alma como del cuerpo” (XIII, 12).

[A la hermana de fray Mateo] “El buen Padre le envío algunas hierbas secas por medio de fray Mateo” (XIV, 8).

[Una mujer en Amboise habiendo perdido los sentidos] “Éste le hizo recitar el Padrenuestro y el Credo, y al día siguiente la halló curada” (XIV, 9).

[El obispo de Grenoble] “Con no poca dificultad se abrió a él y le confió sus penas. Hecho esto salió de allí consolado” (XIV, 11).

[Al cardenal Ascanio] “El buen Padre le encomendó que tuviera esperanza y confiara en el Señor, que aceptase con santa resignación cuanto le había sucedido, ya que en breve conseguiría la libertad” (XIV, 14).

20/4/25

¡FELIZ Y MÍNIMA PASCUA DE RESURRECCIÓN!


ORACIÓN

Jesús resucitado, gracias por amarnos hasta el extremo haciéndonos partícipes de tu Pascua. En la alegría de tu resurrección, como san Francisco de Paula, sentimos la fuerza renovadora de tu amor que nos llama a la vida nueva y eterna desde la conversión y la penitencia.

Te pedimos que tu amor siga impulsándonos a vivir como tú viviste, entregándonos a los demás. Que nuestros ojos sepan ver las necesidades materiales de los que nos rodean: el hambre, la sed, la falta de hogar, la enfermedad, la prisión, la muerte; y que nuestro corazón sea sensible a las heridas del alma: la ignorancia, el error, la duda, la tristeza, la ofensa, la debilidad.

Concédenos la gracia de no frustrar en nosotros tu gracia, de responder a cada necesidad con gestos concretos y sencillos de amor: compartir nuestro pan y nuestra agua, ofrecer nuestro abrigo y nuestro hogar, visitar y acompañar, consolar y honrar. Danos la sabiduría y la paciencia para guiar, corregir, aconsejar, alentar, perdonar y soportar, llevando así tu paz a cada encuentro. 

Ayúdanos a que nuestra vida sea muestra de una profunda fe, de una ardiente caridad y de una esperanza confiada en oración y testimonio constante de tu misericordia viva y transformadora. Amén.

12/4/25

SIERVA DE DIOS MADRE Mª DEL SOCORRO ASTORGA LICERAS O. M. (1769 -1814)




La comunidad de MM. Mínimas de Archidona (Málaga) pone a la disposición de todos los interesados la reciente estampa oficial creada para promover la causa de beatificación y canonización de su hermana Madre María del Socorro, así como un pequeño libreto con su biografía y noticias sobre la evolución del proceso. Pueden acceder y descargarlo en este enlace, agradeciéndoles de antemano que no dejen de difundirlo allá por donde crean conveniente.

Estampita y biografía de la Sierva de Dios Madre Mª del Socorro Astorga Liceras (1769 - 1814)



3/4/25

CCXI ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MADRE Mª SOCORRO



Con motivo del CCXI Aniversario del tránsito de Sor Mª Socorro se llevaron a cabo varios actos en la ciudad de Archidona (Málaga) con la que la comunidad de MM. Mínimas ha querido solemnizar dicha efeméride que en este año se encuadra con su proceso de beatificación ya en su fase romana.

Así, el pasado domingo 30 de marzo, tuvo lugar una lectura poética de una cuidada selección de los escritos de Sor Mª Socorro que pueden revivir en los siguientes vídeos (además de las fotografías):


También en el archidonense Monasterio de MM. Mínimas tuvo lugar, al día siguiente, lunes 31 de marzo, aniversario de su fallecimiento, una solemne eucaristía en acción de gracias que pudieron seguir en streaming todos aquellos que así lo desearan mediante el canal que en youtube tiene la comunidad (y que les enlazamos por la variedad de vídeos e informaciones con que nos obsequian las hermanas).

Monjas Mínimas Archidona 


El sacerdote que presidió la misa concelebrada glosó durante su homilía las virtudes de la que todos deseamos ver pronto elevada a los altares si es la voluntad de Dios, hecho que, nos decía el sacerdote, no es lo fundamental, tarde más años o menos días, pues lo importante es lo inspiradora que fue la vida de nuestra hermana para ayudarnos a seguir caminando "de bien en mejor" como cristianos comprometidos y, esa realidad, es la que debe a sentirnos desde ya felices y agradecidos.

Terminada la misa, las MM. Mínimas invitaron a todos los presentes a un pequeño brindis festivo en el locutorio agradecidas por el cariño que siempre les han mostrado archidonenses y foráneos.


Nuestro agradecimiento a D. Andrés Ramos Ayala por la reseña de los mencionados actos que extractamos a continuación: 

"En los albores del siglo XIX, en una España convulsa e inmersa en ideas surgidas debido al nacimiento de las democracias censitarias y el ocaso de las monarquías absolutas; la Revolución francesa y la posterior era napoleónica ayudarían a expandir las ideas republicanas y liberales, bajo el reinado de Fernando VII, llamado «el Deseado» y «el rey Felón», quedando España un tanto rezagada respecto a la revolución industrial naciente e inmersa aún en una economía fundamentalmente agrícola, surge en Archidona una figura de especial relevancia espiritual.

Esta ciudad no queda al margen de los acontecimientos y líneas futuras que ya se dibujan en quienes sueñan con ser europeos. El último año del siglo anterior, el 28 de Agosto del 1799, tras un largo e intenso proceso de crecimiento y discernimiento espiritual, ingresa en un rincón de paz, serenidad y quietud como es el monasterio de Monjas Mínimas, Madre María del Socorro Astorga Liceras, quien, tras muchos sufrimientos por varios procesos patológicos de cierta gravedad, decide y logra formar parte de dicha comunidad y allí encuentra el camino para desarrollar su labor social, espiritual, de perfección y discernimiento vocacional enfocado a un profundo misticismo que, analizado en profundidad entronca con lo más granado de la mística del siglo XVI en España.

Viéndose abocada, por solicitud de su confesor, a escribir un diario de su sentir espiritual, encontramos numerosos escritos donde expone este sentir, vivir y deseo de fundirse en un todo con su amado el Altísimo. Escritos que, por diferentes circunstancias, han sido celosamente guardados y protegidos por las monjas del monasterio pasando como legado reverencial y esperando el momento de salir a la luz para el conocimiento, uso y dirección espiritual de muchos.

Es en estos tiempos cuando ha llegado ese momento largamente esperado y deseado por las Monjas Mínimas y por numerosos devotos que acuden a ella, cuyos restos reposan en la cripta del monasterio y son objeto de visitas diarias por todos ellos para pedir su intercesión ante Dios. Una monja archidonesa que murió en olor de santidad y a la que, al fin, se le ha iniciado el proceso de beatificación, habiendo pasado ya la parte diocesana y encontrándose en fase romana como final de tan ansiado día en que podamos ver cómo es declarada beata.

Por ello, en el aniversario de su subida al Cielo, el pasado 31 de Marzo 2025, se unieron el trabajo y la colaboración de la comunidad de Monjas Mínimas y el grupo de Amigos de Madre María del Socorro para difundir aún más su figura, espiritualidad y legado que nos dejó, escritos que podemos encontrar en dos libros editados y a la venta tanto en el torno de monasterio como en su página web.

Fue el domingo 30 de marzo cuando se realizó un acto donde se mostraban textos adaptados de Madre María del Socorro y musicalizados por el coro de monjas, cancionero que podemos encontrar en el CD editado con la interpretación magistral de las mismas por el citado coro, e interpretado ese día junto a la rapsodia de las estrofas; mostrando un camino espiritual y cuaresmal como base y horizonte hacia Dios de la espiritualidad Mínima.

Posteriormente, el lunes 31 se ofició una solemne Eucaristía, como culmen de la celebración de este aniversario de la subida al Cielo de la Sierva de Dios y seguidamente las Monjas invitaron a los fieles a una convivencia fraterna, donde se pudo degustar las delicias de dulces de cuaresma que la comunidad elabora y vende a través del torno del convento y son la base de su sustento.

Sea esta reseña una invitación a conocer a tan insigne figura, descubrir una mística archidonesa aún por ver la luz y ser objeto de estudios que nos clarifiquen el camino de perfección que tanto ansiaba y al que nos invita desde lo más profundo de su ser".

26/3/25

MEDITACIÓN CUARESMAL

LA CUARESMA COMO MENSAJE ACTUAL

Jesús nos interpela por la parábola de la higuera como un signo de los tiempos. «Tú llevas una vida estéril, no das fruto, vives por vivir y tus días van pasando uno tras otro sin pena ni gloria, mientras que la vida es breve y consiste en dar fruto de buenas obras. Los dones que has recibido no pueden ser enterrados ni quedar en barbecho”.
La reacción adecuada a esta interpelación se llama conversión. Esta palabra es una urgencia desde el comienzo del evangelio y se dirige en cuaresma a todos los bautizados especialmente. La conversión no tiene que ver sólo con los convertidos sonoros y sonados: Pablo, Agustin..., o con los paganos que primero se convertían y luego se hacían bautizar. 
La conversión es una radical orientación de la vida a Dios. El diccionario de teología la define: total orientación del hombre hacia Dios y su alejamiento radical de todo lo que de Él le aparta. La conversión abarca a todo el hombre, toda su personalidad, su pensar y querer interior, lo mismo que su actuar exterior. La conversión es una dinámica que nos dispara hacia adelante liberándonos de la vulgar mediocridad.
Tal decisión radical es necesaria. Jesús nos urge a ella bajo riesgo de correr la misma suerte de los galileos ajusticiados o de la higuera arrancada de raíz. Una vida sonriente de buenos resultados no excluye en modo alguno la necesidad de conversión. Jesús no relaciona pecado con castigo, como la superstición popular, aunque tampoco lo desconecta. No existe relación directa entre pecado y calamidades naturales, como tampoco entre santidad de vida y prosperidad material. Las leyes naturales no hacen excepciones. Las causas segundas obran con absoluta amoralidad, pero por todo acontecimiento dirige Dios su voz con el apremiante mensaje de estar preparados con los frutos en la mano. Lo contrario es exponerse a perecer. Esta es la penitencia y conversión que se pide.     
En Cuaresma se ha acentuado mucho más el aspecto negativo de renuncia que el positivo de preparación y enriquecimiento. La nueva disciplina permite sustituir algunas privaciones por acciones positivas. Y con acierto. Lejos de ser un empobrecimiento, la conversión y penitencia cristiana son un enriquecimiento de la personalidad, una condición de equilibrio. 
El hombre espiritual emerge con sus exigencias por encima del puramente animal, el espíritu domina la materia y el orden nace del caos de las tendencias inoperantes. Es al mismo tiempo una plenitud, la cual no existe sin algo de renuncia al egoísmo, como la viña podada para que pueda llevar más fruto (Jn 15). Y es también un signo de liberación. Nadie puede ser libre si no es dueño de sí mismo (Matías Claudius). La penitencia lleva al autodominio por el que se puede vivir sin estar esclavizado a nada. Al igual que la verdad, también la penitencia nos hace libres (Jn 8, 32). La práctica del deporte con sus exigencias comprueba abundantemente esta tesis. 
La reflexión de la Cuaresma consiste en ver dónde se está y cambiar lo que debe ser cambiado. Es posible la superficialidad religiosa que ignora su verdadera situación ante Dios. Las carteleras cuaresmales con invitaciones a oír la palabra de Dios pueden ser un signo, como el de la higuera o el de los galileos ajusticiados, por el que Jesús tiene un mensaje que dirigir a todos.

Agradecemos al P. Victoriano García, delegado de la Orden de los Mínimos en España, por obsequiarnos con esta meditación cuaresmal.

10/3/25

PEREGRINOS HACIA LA PASCUA (MONJAS MÍNIMAS DE ARCHIDONA)

 


TALLER DE FORMACIÓN EN ALAQUÀS (VALENCIA)



Nuestros hermanos y hermanas de la fraternidad de Alaquàs (Valencia) de la Orden Mínima Seglar han disfrutado en la jornada de hoy de un taller de formación centrado en la figura de san Juan de Dios, quien viviera su camino de santidad en la hospitalidad y la entrega desmedida desde la cercanía al carisma mínimo. De hecho, durante mucho tiempo se ha creído que fue mínimo de nuestra Orden dado que fue enterrado amortajado con su hábito, presidiendo su funeral el P. Corrector General de los mínimos, presente en Granada en aquel 8 de marzo de 1550.

D. Ismael Ortíz, párroco de La Asunción de Nuestra Señora y hermano de la Orden de San Juan de Dios nos invita en su charla cuaresmal a la conversión y entrega desde el carisma de su santo fundador. Para ello nos hace llegar una carta del mencionado santo que puedes descargar y meditar en el siguiente enlace:




5/3/25

MENSAJE DE CUARESMA DEL P. CORRECTOR GENERAL

Carta del P. General, P. Gregorio Colatorti, a toda la Familia Mínima:

Frailes, Monjas, Terciarios.

CUARESMA 2025

Caminemos juntos, testigos de conversión y esperanza


Queridos hermanos,

Me dirijo a vosotros, como es costumbre al iniciar la Cuaresma, para sugeriros algunas reflexiones para vivir este tiempo fuerte del año litúrgico, tiempo fuerte y característico de nuestra propia espiritualidad Mínima.

Nuestra Orden se ha propuesto vivir este año jubilar partiendo de la esperanza de y -apoyados- en la santidad propia de nuestra familia religiosa; como cristianos y consagrados necesitamos detenernos y reflexionar sobre la fuente de nuestra esperanza. Jesucristo, modelo de vida plenamente humana, mediador de gracia entre Dios Padre y la humanidad, su pueblo, fuente de la vida divina, es nuestra única y verdadera esperanza en un mundo de contradicciones y de falsas esperanzas que desfiguran al hombre y su vocación al amor. La Cuaresma para los Mínimos consiste precisamente en seguir a Jesucristo, redescubriendo en el amor su verdadera humanidad y divinidad.

Quiero orientar esta reflexión partiendo del relato de la Transfiguración, centro de la Cuaresma, para reflexionar sobre su realización en la historia de la salvación por medio de Jesucristo, y en la historia de la humanidad por medio de la vida del Espíritu y la santidad de la Orden.

Toda la liturgia de la Palabra de los domingos de Cuaresma, como es natural, llama a nuestra vida Mínima a su vocación originaria. Si en el relato de Lucas 4, 1-13 estamos llamados a entrar en el desierto con Jesús para encontrar la verdadera vida en el Espíritu; Lucas 13, 1-9 nos orienta en la búsqueda constante del bien y a trabajar en su realización, sobre todo, creciendo nosotros mismos en el bien y en la virtud. En el relato del cuarto domingo de Cuaresma, Lucas 15, 1-3. 11-32, encontramos la cumbre y la meta última de nuestro camino penitencial y el redescubrimiento de la verdadera humanidad a la que nos llama Dios. 

En la meditación de la misericordia de Dios Padre y de su compasión reflejadas en este relato estamos llamados a redescubrir la perspectiva fundamental de nuestra vida y de nuestras relaciones. En mi opinión, este es uno de los relatos que el religioso Mínimo debería meditar cada día y recordar en el diario examen de conciencia.

En la prefiguración de la resurrección de Lucas 9, 28b-36 nos encontramos en la plena realización del camino de penitencia-conversión. Mediante las virtudes infundidas por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rm 15,13), estamos invitados a dejarnos transfigurar en el amor, nuestra resurrección diaria del ya pero todavía no, que caracteriza la peregrinación terrena. El relato de la Transfiguración hace que el Himno Paulino del Amor, juntamente con las Bienaventuranzas se convierta en nuestro relato de referencia, nuestro programa de vida, nuestro diario examen de conciencia. En esto Jesucristo es el modelo y la realización de la firme esperanza. Esa esperanza viva y activa que nos transforma a nosotros mismos y todo lo que hacemos por amor que se utiliza por la esperanza de quien nos rodea, empezando por los que el Señor me ha puesto al lado. La esperanza no defrauda (Rm 5, 5), porque busca con paciencia, valentía y sin componendas el bien del otro, fuente a su vez del bien de cada uno de nosotros, según S. Pablo (Flp 2, 4-5).

Este es el verdadero fundamento de nuestras relaciones comunitarias, de la transfiguración de nuestras relaciones humanas en relaciones humano-divinas. ¡Es posible en Jesucristo! Y nosotros, los Mínimos, como profetas de esta esperanza, estamos llamados a dar testimonio de ella, construyéndola día a día con nuestros actos de amor, paciencia, benignidad, humildad, respeto, de búsqueda del bien desinteresadamente, de esperanza viva en la obra de Dios mediante nuestras manos, de fe y confianza inquebrantables, de paciente capacidad de saber llevar unos las cargas de los otros.

Todo esto es posible, confiando en la gracia de Dios, que actúa en nosotros, si emprendemos un camino de penitencia-purificación del pecado que nubla nuestra perspectiva de la vida, haciéndola más humana que divina. Este es el fulcro de nuestro anuncio. Este es el centro de nuestra esperanza.


1. San Nicolás Saggio y Nicolás Barré: el amor nupcial de Cristo.

1.1. La experiencia de santidad que forma parte de nuestro equipaje histórico-espiritual, múltiple y variado, es por sí misma digna de ser meditada y de entrar a formar parte de nuestros planes de formación diaria, tanto de la primera formación como de la permanente como de nuestro anuncio pastoral y misionero. En efecto si nos acercamos a los itinerarios de vida de los santos religiosos de la Primera Orden, de las Monjas y de los Terciarios, nos percatamos de cuánto Dios ha bendecido nuestro carisma con tan buenos ejemplos, y todos perfectamente integrables. Es decir, en cada uno podemos aprender y ver realizados los fundamentos de nuestra espiritualidad Mínima, o sea, la penitencia-conversión y la caridad activa, si bien realizadas ambas en itinerarios diferentes y en ámbitos diferentes. La brevedad del discurso, sin embargo, nos obliga a hacer una selección.

Nicolás Saggio y Nicolás Barré son para nosotros ejemplos destacados de una vida mística de profunda comunión con Dios, fruto de un itinerario espiritual profundo y fundado en el trato de amistad con Jesucristo. Oración, meditación de la Sagrada Escritura, Sacramentos son los fundamentos de este ejemplo común. Pero en ambos casos, aunque con medios diferentes, se manifiesta uno de los aspectos fundamentales que consiste en cultivar el propio crecimiento espiritual con el estudio que Tomás y Buenaventura asociarían a la sanctitas y llamarían doctrina. Para Nicolás Saggio la vía extraordinaria es fruto del don de la contemplación; para Nicolás Barré es la vía ordinaria de quien, siguiendo el ejemplo de los Padres de la Iglesia, ha sabido escoger la vía del estudio de una sana doctrina mediante el estudio. Los dos son testimonio de un gran amor a todos, amor al prójimo como lo ama Dios, y manifestarlo con las obras: Nicolás Saggio hacia los pobres de bienes materiales; Nicolás Barré hacia los necesitados de enseñanza y de vida cristiana. En estos dos ejemplos podemos considerar las dos almas de nuestro carisma: la llamada a la comunión con Dios y la llamada a la caridad activa.

1.2. La noche oscura que el Señor ofreció a Nicolás Barré es ejemplo destacado del itinerario de crecimiento del amor a Dios y al prójimo, tan costoso muchas veces y que implica a toda la persona. Precisamente por esto resulta ser un don de Dios y una obra de Dios, porque por estos medios nos guía a confiar sólo en Él para poder ver a los demás con sus ojos después de haber contemplado a Él mismo. Esto se ve claramente en el ejemplo de Nicolás Saggio, cuyas visiones místicas han llegado hasta nosotros con mayor evidencia. 


2. Sor Filomena Ferrer y las Monjas Mínimas de Barcelona: el mayor sacrificio de amor.

Hay que reconocer que no valoramos suficientemente los ejemplos tan preciosos de las Monjas, nuestras Hermanas, tanto del pasado como de su actual apoyo y ejemplo. Y, no obstante, ayer y hoy su ejemplo y oración mantienen viva nuestra vida Mínima, nuestra actividad y nuestro testimonio.

2.1. Filomena Ferrer es un ejemplo del pasado. En esta Santa Monja podemos ver realizado el proyecto de santidad, la vocación contemplativa y sus efectos benéficos, llenos de gracia para la vida y el testimonio del carisma Mínimo. Atraída desde la infancia por la vida contemplativa, a pesar de la oposición de sus padres y de las pruebas a las que la sometieron antes de concederle el permiso para entrar en el monasterio, Filomena, superadas con sufrimiento las pruebas, animada por una ferviente constancia y por la certeza de su vocación, ingresa finalmente en el monasterio para poder vivir esta vida contemplativa a la que siempre se había sentido llamada, con aquella alegría que ha caracterizado toda su existencia. El abandono total a la voluntad de Dios fue ciertamente para Filomena el motivo y origen de su capacidad de afrontar las dificultades y los sufrimientos. En esto demuestra encarnar desde pequeña el espíritu de Francisco de Paula por el que la verdadera fe ayuda a afrontar y soportar las dificultades y a superarlas buscando el bien para sí misma y para los demás. Sabemos por los testimonios que desde el primer día Filomena se dedica de lleno a la oración.

Su itinerario de unión con Dios nunca se detuvo, expresándose en el testimonio firme y alegre del amor que Dios manifestó al hombre por medio del corazón de su Hijo Jesús.

Por eso su vocación Mínima ha ido alimentándose de la fuerza que emanaba de la abnegación de sí misma y de la contemplación de los misterios de la vida de Jesús, especialmente de su muerte en la cruz. Por eso, desde el principio y durante toda su vida, se convirtió en un testimonio vivo de virtud y sobre todo de humildad. La aparición de la enfermedad ha sido para Filomena un motivo más para unirse a los sufrimientos de Cristo y así dejarse plasmar cada vez más a su imagen. Que su sufrimiento fuese efectivamente testimonio de su configuración con Cristo lo demuestra el hecho de haberlo afrontado siempre con alegría, con dulzura y con la sonrisa, como sabemos por el testimonio de las hermanas.

2.2. Otro testimonio fundamental para nuestra espiritualidad es el que nos llega de las Monjas Mínimas de Barcelona beatificadas el 2013La unión contemplativa con Cristo y su gran amor ha llevado a las consagradas de este monasterio a testimoniarlo hasta el último sacrificio. Es el testimonio de una fe que mira a la Jerusalén celeste como a la verdadera patria del cristiano y que está dispuesta a dar la propia vida como testimonio de la fe y del amor. Todavía hoy su testimonio produce frutos de gracia allí donde vivieron y dieron testimonio de su fe y de su consagración.

En ambos ejemplos, cada vez que se leen los testimonios, nos impacta la alegría del don, unida al dolor del sacrificio, que lleva a comprender la visión de Dios sobre la vida humana: es el amor y la unión con Dios que construyen un mundo más justo y a medida de la alta vocación a la que todo ser humano está llamado.


3. Una fe y una esperanza vivas.

3.1. Por tanto, fortalecidos por los testimonios de fe y de caridad con los que Dios ha querido jalonar el camino de la Orden, estamos convencidos de que esta esperanza no defrauda (cfr. Rm 5,5), se realiza concretamente en la historia y nos llama a ser colaboradores incansables de la misma mediante los pequeños actos diarios de unión con Dios y de acercamiento al prójimo. Seamos conscientes de poder construir también nosotros con pequeños y cotidianos actos heroicos de esperanza. Porque nuestra esperanza está bien fundada en Aquél que es el único que puede guiar nuestro camino hacia la justicia, y hacia la expresión más alta de justicia que es el amor.

Dejemos, pues, que Dios moldee nuestro corazón y veremos realizarse su designio de amor en nosotros, que nos ayudará a superar todas nuestras preocupaciones cotidianas, todas nuestras dificultades contingentes. En efecto, según el proyecto de Dios, el sufrimiento es la vía necesaria, como la cruz para la resurrección, para que podamos purificar nuestro camino de toda escoria humana. El testimonio del Papa Francisco en estos días, con su incansable dedicación a la Iglesia a pesar de su enfermedad, es un testimonio más.

Pero sólo una auténtica visión de fe, alimentada por la oración, la penitencia y por el mismo amor, nos hará capaces de ver el proyecto de Dios, incluso en medio de la tempestad de nuestro tiempo, y nos hará capaces de superar las tormentas con la seguridad de que todo forma parte del plan de Dios y que en Él todo sirve para el bien (Rm 8, 28). Hay que tomar conciencia de que Dios tiene necesidad de nuestras manos, de las manos de cada uno de nosotros, para que este proyecto de bien se lleve a término y que cada uno de nosotros está llamado a obrar con fe y esperanza allí donde ha sido puesto a vivir y testimoniar.

3.2. Con esta exhortación expreso mi deseo para que cada uno de nosotros, hijos de San Francisco de Paula, pueda vivir esta Cuaresma dando un paso más en el crecimiento espiritual personal y comunitario en beneficio de toda la Familia Religiosa.

En este contexto quiero añadir, además de lo dicho hasta ahora, que el crecimiento de toda la Orden de los Mínimos depende de cuánto seamos capaces de integrar la riqueza que aporte cada una de las tres ramas de nuestra Orden. Por tanto, es tarea de cada una de las ramas de la Orden cultivar no sólo la santidad personal, sino también cuidar y reconocer la del pasado, la de nuestro tiempo en nuestra experiencia de Vida Mínima. En esta perspectiva es bueno también reconocer el trabajo que han ofrecido muchos miembros de las tres ramas de la Orden, animados por los varios postuladores, para que la santidad en la Orden de los Mínimos fuese reconocida por la Iglesia.

Aprovecho la ocasión para exhortar a continuar este trabajo común y a no dejarnos desanimar por las dificultades propias del tiempo.

Un abrazo fraterno para todos.


Los Ángeles, 5 de marzo de 2025

Miércoles de Ceniza


P. Gregorio Colatorti

Corrector General

2/3/25

MADRE Mª DEL SOCORRO, FASE ROMANA DEL PROCESO DE CANONIZACIÓN

M. Mª DEL SOCORRO ASTORGA LICERAS, O. M.

El pasado 14 de diciembre de 2024, festividad de san Juan de la Cruz, el Santuario de la Victoria de Málaga acogió el acto de clausura del proceso diocesano de canonización de la Sierva de Dios, Madre María del Socorro Astorga Liceras, monja mínima del convento de Archidona (Málaga). Con este sencillo pero solemne acto, presidido por el obispo, Mons. Jesús Catalá Ibáñez, la Iglesia de Málaga concluyó formalmente la investigación del proceso, que había abierto el 1º de julio de 2023. 

Tras años de investigación, recopilación de documentos, testimonios y signos de fama de santidad, examen de los escritos de Madre María del Socorro y organización de todo el material encontrado, toda la documentación se envía al Dicasterio de las Causas de los Santos en Roma, que la examinará y, si la considera válida, propondrá al Santo Padre que la Sierva de Dios sea declarada Venerable. Después habrá que esperar a que Dios realice un milagro por su intercesión para continuar el iter de la causa de beatificación y canonización. Este Proceso se inscribe también en la invitación del documento final del Sínodo de la Sinodalidad a dar más espacio a la contribución de las mujeres santas, teólogas y místicas, como es el caso de la figura de Madre María del Socorro Astorga Liceras, que manifestó al mundo, a través de sus escritos y de su vida, la gran misericordia y bondad de Dios. 

En este nuevo año de 2025, el 27 de enero se entregaron todas estas cajas con la documentación al canciller del Dicasterio de las Causas de los Santos en Roma siendo oficialmente recepcionada el 6 de febrero, fecha que marca el inicio de la fase romana del proceso de canonización.


Nos unimos en la alegría a toda la Orden de los Mínimos, así como en la oración confiada para que, si Dios quiere, pronto la veamos en los altares. Desde este blog, agradecidos con todas ellas, queremos enlazarles a toda la información que sobre el proceso disponen las MM. Mínimas de Archidona (Málaga) en su web (click en cada enlace). 

VIDA DE SOR MARÍA DEL SOCORRO

ORACIONES

FAVORES Y TESTIMONIOS 







Por último, les enlazamos el hermoso documental biográfico que sobre M. Mª Socorro realizó Macarena Astorga con el título "Renglones de luz".



31/1/25

TRECENARIO A SAN FRANCISCO DE PAULA DE LA FRATERNIDAD DE ALAQUÀS (VALENCIA)


Nuestros hermanos y hermanas de la fraternidad seglar mínima de Alaquàs (Valencia) nos invitan a la celebración del Trecenario a San Francisco de Paula que, como cada año, irá recorriendo las virtudes del santo a lo largo de los trece viernes previos a su fiesta. 

Además, para todos aquellos que no puedan acercarse, nos comparten los materiales que guiarán tal práctica piadosa, materiales que puedes encontrar semana a semana en el siguiente enlace: TRECENARIO 2025 ALAQUÁS

Este año, además, se recupera la tradición de la exposición y veneración de la reliquia del santo con el lucernario cuya tres velas representan las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad, sostén del resto de virtudes y socorro nuestro en hacerlas vida cada día y luz en esta práctica devocional de los trece viernes que iniciamos.