Acto de consagración de
la Tercera Orden Mínima a su patrón san Francisco de Sales
(para hacerlo y renovarlo
cada 24 de enero)
Oh
San Francisco de Sales, nuestro especial protector y abogado, estamos aquí ante
tu imagen, en este día en que la Iglesia celebra las maravillas que Dios ha
operado en ti.
Los
retos que la sociedad pone en nuestro camino son numerosos y, muchas veces,
sentimos cómo el peso de nuestras limitaciones y miserias enfría nuestro
corazón y nuestra vida.
Intercede
por nosotros, míranos con ojos llenos de misericordia e indícanos cada día el
camino de la verdadera santidad, hecha de dulzura y de firmeza, de humildad y
de ingenio, de mansedumbre y de fortaleza.
Que
nuestra Fraternidad sea fiel a los compromisos asumidos ante Dios y a sus
hermanos. Que la división, el chisme, la indiferencia y la apatía dejen lugar a
la verdadera comunión y a la mutua acogida.
Intercede
por nosotros para que redescubramos cada vez más la belleza de seguir al Señor
en la vía trazada por san Francisco de Paula.
Que
cada uno de nosotros viva una intensa vida espiritual como indica nuestra Regla,
que se basa en las virtudes de la penitencia, la humildad, la caridad, la
frecuente práctica sacramental y constante oración, comprometiéndonos en
construir un estilo de vida sobrio y moderado, huyendo del espíritu consumista
y advenedizo del mundo, sintiéndonos en él como extranjeros y peregrinos.
Que
nuestro apostolado esté a favor de los pobres, de los enfermos, de los ancianos,
de los marginados y de la promoción integral humana y cristiana de cuántos nos
acerquemos en humildad y caridad fraterna.
Todo
esto se lo pedimos al Señor mediante tu intercesión y oraciones, oh nuestro valioso
patrón, porque también nosotros podemos gloriarnos como tú de ser hijos
"mínimos" llamados a ser levadura en la masa y testimonio fuerte de
fe. Amén.
(P. Domenico M.
Crupi O. M.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario