NOVENO DÍA
Contemplando la virtud de la ORACIÓN
(+) En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
“Glorioso Padre y Patriarca, San Francisco de Paula, pues os levantasteis con el glorioso renombre de taumaturgo en la Iglesia y sois el plenipotenciario de Dios, interceded con el Señor, si ha de ser para mayor honra y gloria suya y mi salvación, que consiga lo que pido y deseo en esta novena; Alcanzadme esta gracia si me conviene, y si no, enderezad mi petición y pedidle me dé aquello que más me convenga, para que yo consiga la vida eterna y le ame para siempre”.
(Ante la imposibilidad de elevar la alabanza del trisagio, cada persona contemple los misterios del Santo Rosario o la oración de Vísperas, según le sea más práctico o tenga costumbre.)
LECTURA BÍBILCA (Salmo 22)
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
REFLEXIÓN (Mn. Pedro San Clemente)
LA ORACIÓN. Sal 22,1-3ª.3b-4.5.6.
Queridos cristianos, queridos devotos de san Francisco de Paula, a lo largo de esta novena tan particular que hoy concluye y que hemos podido celebrar gracias a las nuevas tecnologías, la Palabra de Dios que hemos proclamado como las meditaciones propuestas a lo largo de ella, nos han ido ayudando a repensar en qué debe consistir la verdadera devoción a san Francisco de Paula, a repensar nuestro camino de fe, nuestra vida de seguimiento al Buen Pastor. Cada uno de los días de esta novena hemos ido pidiéndole a Dios por intercesión del santo de Paula, que nos vaya revistiendo de sus mismas virtudes. Todas ellas nos han de llevar a Jesús, para poder tener sus mismos sentimientos y sus mismas actitudes.
Pedimos en este último día de novena, domingo del Buen Pastor, la virtud, el don de la ORACIÓN.
Vivimos en una sociedad secularizada donde Dios no es evidente ni relevante. Tampoco se percibe como la causa ni la consecuencia de nada de lo que ocurre, aunque nuestra historia venga de un mundo en donde la referencia a Dios era clara. Hoy, sin embargo, vemos cómo las realidades humanas y sociales se organizan independientemente de Dios y se valora en gran medida la técnica, la eficacia y el consumismo.
En este mundo que nos ha tocado vivir, desde él debemos y podemos decir que creemos en Jesús resucitado. Debemos orar en un mundo donde la fe no es plausible...
Y lo malo es que esta ausencia de Dios a veces se nos contagia…
Vivimos en nuestra tierra como en tierra extraña, donde experimentamos muchas veces que la gente que nos rodea nos pregunta, a veces maliciosamente, otras con sinceridad de corazón, ¿Dónde está tu Dios? En lugares de hambre, de guerra, de destrucción, ante la enfermedad y la muerte, en este tiempo de pandemia…
La ORACIÓN, orar, no es, por lo tanto, colocarse fuera de este mundo real, encerrándonos en las cuatro paredes de nuestra casa. Orar no es colocarse fuera de nuestro mundo real, sino en medio de él. Nuestro mundo, la realidad que cada uno de nosotros vivimos, desde los ojos de la fe, como lo vivió el mismo san Francisco de Paula, nos acerca al mismo Dios que “trabaja en sus criaturas”, en el hoy de nuestra vida. Nunca debemos olvidar que el presente que nos ha tocado vivir, también este marcado por la pandemia del coronavirus, es un tiempo oportuno para vivir unidos a aquel que nos habla y nos ama y que quiere entrar en relación con nosotros tanto en las personas con las que me encuentro, como en los acontecimientos de mi vida personal y de la historia de nuestro mundo.
Que la intercesión de san Francisco nos ayude siempre a perseverar, a mantenernos siempre firmes en la fe, en la esperanza, sabiendo, que Cristo, el Buen Pastor, aunque caminemos por cañadas oscuras (y esta que atravesamos puede hacérsenos muy larga), siempre va con nosotros, siempre está en medio de su Iglesia, de su pueblo, del mundo, aunque no lo veamos: su vara y su cayado nos sosiegan.
Que la intercesión del santo nos ayude a vivir y perseverar en la caridad, recordando su máxima: “Para el que ama a Dios, todo es posible”.
Porque como ya les he dicho en tantas ocasiones, la vida de san Francisco, su patronazgo en nuestro pueblo de Alaquàs, no es sólo para que lo admiremos, sino para que sus devotos estemos siempre dispuestos a imitarlo, especialmente en la caridad siempre generosa para con quien nos pueda necesitar. Y en esto, en la caridad siempre generosa, este tiempo nos va a poner a prueba.
ORACIÓN PARA PEDIR LA VIRTUD DE LA ORACIÓN
¡Oh, glorioso San Francisco de Paula!, a quien por tu continua oración favoreció Dios con innumerables experiencias místicas que te acercaron a Cristo; te pedimos que intercedas ante nuestro Señor para que nuestro entendimiento pueda alcanzar esta redentora comunicación, podamos contemplar los misterios de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesús y, agradecidos de tanto favor, nos alejemos del amor a lo terreno para valorar lo eterno para amar a Dios y a los hermanos de palabra y de obra. Por eso te rogamos, glorioso protector nuestro, nos ayudes a imitarte y nos concedas la virtud de la oración y, si nos conviene, lo que pedimos en esta novena y la gloria eterna. Amén
(En memoria de los 6 años que estuvo san Francisco de Paula en el desierto de Paula rezaremos 3 padrenuestros con Avemaría y gloria o recitamos las Letanías de San Francisco)
LETANÍAS DE SAN FRANCISCO DE PAULA
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial, ten misericordia de nosotros
Dios, Hijo, Redentor del mundo
Dios, Espíritu Santo
Trinidad Santa, un solo Dios
Santa María, ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Vírgenes
San Francisco de Paula
Pastor clementísimo
Guardián solícito
Intercesor eficaz
Protector asiduo
Abogado nuestro
Patrón amable
Modelo de penitencia
Norma de humildad
Fundador de los Mínimos
Portaestandarte de la caridad
Seguidor de la pobreza
Regla de la castidad
Padre de los pobres
Amparo de los débiles
Varón lleno del Espíritu Santo
Impetrador de favores
Ayuda en las angustias
Tú, que venciste al demonio y al pecado
Tú, que curaste a los enfermos
Tú, que resucitaste a los muertos
Taumaturgo en todo género de milagros
Santo Padre de los Mínimos, conserva tu familia, te rogamos óyenos.
Santo Padre Francisco de Paula, guarda nuestra ciudad y al mundo entero
Santo Padre, intercede por nosotros
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
CANTO
Oh san Francisco glorioso
de Paula realce y honor.
Míranos Tú, bondadoso,
y danos Fe y santo amor.
Consuelo tiene para toda cuita;
el ciego ve, el mudo puede hablar,
con grande pasmo el muerto resucita,
el sordo oye y vése al cojo andar.
¡Oh San Francisco glorioso!, …
Después del canto, haremos un momento de silencio, pediremos por todos los fieles difuntos, por el fin de la pandemia, así como la gracia especial que, por intercesión de san Francisco de Paula, deseemos alcanzar.
ORACIÓN GENERAL
Santísimo Padre mío, San Francisco de Paula, yo os suplico por la pasión y muerte de Jesús, de quien fuisteis tan devoto, y por su Santísima Madre, de quien en el desierto recibisteis preciosísimo néctar, me alcancéis el mayor favor que es un amor a todas las virtudes y la perseverancia en ellas; El que no sea yo tan infeliz, que llegue a entrar en el camino de la perfección y no acabe la carrera: antes merezca por vuestra intercesión, un verdadero arrepentimiento de todos mis pecados, que el demonio huya de mi para que no me engañe, ni atienda yo a sus halagos acibarados y llegue al último grado de las virtudes, que es el amor de Dios, y gozar en compañía de la Virgen Madre y de todos los coros de los ángeles, de la vuestra y de todos los demás santos del cielo, los eternos regalos de la gloria. Amén
GOZOS
Sois lucero de humildad,
Francisco en Paula nacido.
Mínimo de Dios querido,
nuevo sol de caridad.
Día que Cristo murió,
quiso Francisco murieseis,
porque a su gloria partieseis
cuando la luz nos faltó;
más con nueva claridad
después habéis parecido.
Mínimo de Dios...
Sois en la tormenta puerto,
dais lengua al que nació mudo,
sois contra el demonio escudo,
y resurrección del muerto;
en cualquiera enfermedad,
sois médico esclarecido.
Mínimo de Dios...
Pues cual nuevo precursor
la Caridad nos mostráis
y el celo con que la amáis
os abrasa en vivo ardor;
en cualquier adversidad
socorred al afligido.
Mínimo de Dios...
Vuestros trece viernes son,
devoción bien señalada,
con milagros aprobada
que casi infinitos son
de ella con grande humildad
los monarcas se han valido.
Mínimo de Dios...
En toda necesidad,
nuestro ruego es de ti, oído,
Mínimo de Dios querido,
nuevo sol de caridad.
V/. Ruega por nosotros San Francisco de Paula
R/. Para que seamos dignos de alcanzar, las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, grandeza de los humildes, que has elegido a san Francisco de Paula, Mínimo entre los hermanos, para elevarlo a la gloria de tus santos, concédenos, por su intercesión y a imitación suya, alcanzar de tu misericordia el premio prometido a los humildes. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Antes de concluir nuestro novenario cantando el Himno a nuestro Patrón, san Francisco de Paula, recemos juntos la oración del V centenario de la canonización del Santo y que llega a su conclusión mañana, 4 de mayo.
ORACIÓN EN EL AÑO JUBILAR DEL V CENTENARIO DE LA CANONIZACIÓN
Alabanza y gloria a ti Señor, Padre bueno, que por medio de tu Palabra hecha carne has querido que formáramos parte de tu pueblo santo.
Te agradecemos que todavía hoy te hagas presente a través de FRANCISCO DE PAULA, don del Espíritu a la Iglesia, para iluminarnos a los penitentes que caminamos hacia la Pascua.
En él, Mínimo entre los Mínimos, nos inspiramos para ser hombres y mujeres de fe y caridad, entregados totalmente a la gracia del evangelio.
De él, humilde penitente, aprendemos cómo privilegiar el encuentro contigo, Padre, para compartir la misericordia y el perdón, necesario para construir tu Reino.
Nos comprometemos con la misma pasión a acoger a toda persona en su singularidad y dignidad para construir una sociedad más humana y justa.
Con él queremos seguir al Señor Jesús, Camino, verdad y vida, prefiriendo las calles de los pobres, de los necesitados, de los últimos.
Por su intercesión, permítenos aspirar todos los días a las cosas de tu Reino para que el mundo vea el bello rostro de la humanidad llamada a ser santa como tú eres santo. Amén.
HIMNO DE SAN FRANCISCO DE PAULA
Al Mínimo de Dios querido,
nuestro Padre protector,
himnos de gloria y honor,
cantémosle, cantémosle sin cesar:
Patriarca San Francisco
de Paula nuestro consuelo,
gloria te den tierra y cielo,
por tu grande Caridad.
En día de tribulaciones,
a Ti acude, a Ti acude, Santo mío
este es tu pueblo querido
postrándose ante tu altar
y al pedirte en la oración
un favor hemos sentido;
vuestro manto nuestro nido
y sostén la Caridad.
Mañana, 4 de mayo, es la Fiesta Solemne de San Francisco en Paula, ciudad natal de San Francisco. Podéis seguir la solemne celebración eucarística desde la Basílica del Santuario, a las 11:00 h. y presidida por el arzobispo de Cosenza vía Facebook: “Santuario Regionale San Francesco di Paola”, por el canal You Tube del santuario o en www.santuariopaola.it
¡VIVA SAN FRANCISCO DE PAULA!
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