QUINTO DÍA
Contemplando la virtud de la CASTIDAD
(+)
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
“Glorioso
Padre y Patriarca, San Francisco de Paula, pues os levantasteis con
el glorioso renombre de taumaturgo en la Iglesia y sois el
plenipotenciario de Dios, interceded con el Señor, si ha de ser para
mayor honra y gloria suya y mi salvación, que consiga lo que pido y
deseo en esta novena; Alcanzadme esta gracia si me conviene, y si no,
enderezad mi petición y pedidle me dé aquello que más me convenga,
para que yo consiga la vida eterna y le ame para siempre”.
(Ante
la imposibilidad de elevar la alabanza del trisagio, cada persona
contemple los misterios del Santo
Rosario
o la oración de Vísperas,
según le sea más práctico o tenga costumbre.)
LECTURA DEL EVANGELIO (Lc 1, 26-38)
"Al
sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué
significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María,
porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno
y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El
será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le
dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob
por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al
ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El
ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de
nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también
Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya
el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es
imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue."
REFLEXIÓN (Mn.
Pedro San Clemente)
La
Castidad (Lc 1,26-38)
En
este quinto día de novenario en honor a san Francisco de Paula, se
nos invita a contemplar la virtud de la castidad en san Francisco de
Paula.
Cristo
en su evangelio proclamó: “Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios”. María, san Francisco de Paula, todos
los santos han experimentado viva la presencia de Dios en su vida
porque su corazón estaba lleno de Dios y sentían de verdad la
bienaventuranza de Cristo.
San
Francisco de Paula vivió de tal manera su dominio de sí mismo, que
aprendió a vivir con un corazón verdaderamente libre para sentir y
gozar la presencia de Dios. Él es uno de “los limpios de corazón”
que ha adquirido con la humildad la verdadera libertad interior con
la que también se unió a la fiesta del “sí” y del amor, como
María en su Anunciación.
La
caridad sobre la que ya hemos reflexionado en nuestro novenario, es
la forma de todas las virtudes. Bajo su influencia la castidad
aparece como una escuela de donación de la persona, y el dominio de
sí está al servicio de la entrega de uno mismo como don. Por eso la
castidad conduce al que la practica a ser ante el prójimo un testigo
de la fidelidad y de la ternura de Dios.
En
el santo de Paula la fidelidad a Dios y la entrega a su amor se
convierten en el marco de todas sus virtudes: de la castidad, de la
pobreza, de la obediencia, de la humildad…
San
Francisco de Paula vivió con un corazón indiviso y casto que le
llevó al amor al prójimo. Que también nuestro corazón esté libre
para sentir y gozar la presencia de Dios en nuestras vidas y en
nuestro mundo. Y que seamos con san Francisco de Paula también
nosotros de los limpios de corazón, que han adquirido con la
humildad, el desprendimiento y el dominio de nosotros mismos, es
decir, la verdadera libertad que nos conduzca hasta la Pascua eterna.
ORACIÓN PARA PEDIR LA VIRTUD DE LA CASTIDAD
¡Oh,
glorioso San Francisco de Paula!, por aquella angelical pureza por la
que, en el curso casi secular de tu vida, no manchaste nunca el
candor de la inocencia virginal, consíguenos de Dios la gracia de
purificar nuestra alma de toda impureza, de tal manera que no
volvamos a ser nunca más objeto de aborrecimiento a su purísima
mirada. ¡Oh lirio de pureza y bálsamo de santidad!, alcánzanos el
favor que hoy te suplicamos, para no consentir que ni de pensamiento
ni de obra podamos manchar en lo más mínimo tan hermosa virtud.
Queriendo así siempre agradar más al Señor, estamos seguros que
por tu intercesión, será muy pronto acogido este ardiente deseo de
nuestro corazón.
Amén
(En
memoria de los 6 años que estuvo san Francisco de Paula en el
desierto de Paula rezaremos 3 padrenuestros con Avemaría y gloria o
recitamos las Letanías de San Francisco)
LETANÍAS
DE SAN FRANCISCO DE PAULA
Señor,
ten piedad
Cristo,
ten piedad
Señor,
ten piedad
Cristo,
óyenos
Cristo,
escúchanos
Dios,
Padre celestial, ten
misericordia de nosotros
Dios,
Hijo, Redentor del mundo
Dios,
Espíritu Santo
Trinidad
Santa, un solo Dios
Santa
María, ruega
por nosotros
Santa
Madre de Dios
Santa
Virgen de las Virgenes
San
Francisco de Paula
Pastor
clemetísimo
Guardián
solícito
Intercesor
eficaz
Protector
asiduo
Abogado
nuestro
Patrón
amable
Modelo
de penitencia
Norma
de humildad
Fundador
de los Mínimos
Portaestandarte
de la caridad
Seguidor
de la pobreza
Regla
de la castidad
Padre
de los pobres
Amparo
de los débiles
Varón
lleno del Espíritu Santo
Impetrador
de favores
Ayuda
en las angustias
Tú,
que venciste al demonio y al pecado
Tú,
que curaste a los enfermos
Tú,
que resucitaste a los muertos
Taumaturgo
en todo género de milagros
Santo
Padre de los Mínimos, conserva tu familia, te
rogamos óyenos.
Santo
Padre Francisco de Paula, guarda nuestra ciudad y al mundo entero
Santo
Padre, intercede por nosotros
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de
nosotros.
CANTO
Oh San Francisco glorioso
de Paula realce y honor.
míranos tú, bondadoso
y danos Fe y santo Amor.
Protege a la Iglesia Madre nuestra,
sé firme de la patria protector,
y a todos libre, tu potente diestra
de toda seducción y todo error.
¡Oh San Francisco glorioso!, …
(después
del canto, haremos un momento de silencio, pediremos por todos los
fieles difuntos, por el fin de la pandemia, así como la gracia
especial que, por intercesión de san Francisco de Paula, deseemos
alcanzar).
ORACIÓN GENERAL
Santísimo Padre mío, San Francisco de Paula, yo os suplico por la pasión y muerte de Jesús, de quien fuisteis tan devoto, y por su Santísima Madre, de quien en el desierto recibisteis preciosísimo néctar, me alcancéis el mayor favor que es un amor a todas las virtudes y la perseverancia en ellas; El que no sea yo tan infeliz, que llegue a entrar en el camino de la perfección y no acabe la carrera: antes merezca por vuestra intercesión, un verdadero arrepentimiento de todos mis pecados, que el demonio huya de mi para que no me engañe, ni atienda yo a sus halagos acibarados y llegue al último grado de las virtudes, que es el amor de Dios, y gozar en compañía de la Virgen Madre y de todos los coros de los ángeles, de la vuestra y de todos los demás santos del cielo, los eternos regalos de la gloria. Amén
CANTO
Sois
lucero de humildad,
Francisco
en Paula nacido.
Mínimo
de Dios querido,
nuevo
sol de caridad.
Pues
cual nuevo precursor
la
Caridad nos mostráis
y
el celo con que la amáis
os
abrasa en vivo ardor;
en
cualquier adversidad
socorred
al afligido.
Mínimo
de Dios ...
Vuestros
trece viernes son,
devoción
bien señalada,
con
milagros aprobada
que
casi infinitos son
de
ella con grande humildad
los
monarcas se han valido.
Mínimo
de Dios ...
En
toda necesidad,
nuestro
ruego es de ti, oído,
Mínimo
de Dios querido,
nuevo
sol de caridad.
Ruega
por nosotros San Francisco de Paula
R/.
Para que seamos dignos de alcanzar, las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo.
oración
Señor,
Dios nuestro, grandeza de los humildes, que has elegido a san
Francisco de Paula, Mínimo entre los hermanos, para elevarlo a la
gloria de tus santos, concédenos, por su intercesión y a imitación
suya, alcanzar de tu misericordia el premio prometido a los humildes.
Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén
Himno
de San Francisco de Paula.
Al
Mínimo de Dios querido,
nuestro
Padre protector,
himnos
de gloria y honor,
cantémosle,
cantémosle sin cesar:
Patriarca
San Francisco
de
Paula nuestro consuelo,
gloria
te den tierra y cielo,
por
tu grande Caridad.
a
Ti acude, a Ti acude, Santo mío
este
es tu pueblo querido
postrándose
ante tu altar
y
al pedirte en la oración
un
favor hemos sentido;
vuestro
manto nuestro nido
y
sostén la Caridad.
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