13 de enero
Beato Francisco María Greco
(1857 - 1931)
Su historia nos remonta al siglo XIX, al sur de la bella Italia, precisamente en Acri, pueblo perteneciente a la provincia de Cosenza.
Corría el año 1881, cuando un joven diácono de 24 años, llamado Francisco María Greco, lleno de fervor por su pronta ordenación sacerdotal, recibió un don particular del Espíritu Santo: una intuición, que en esos momentos pensaba solamente para él, pero que se convertiría en la inspiración originaria de una obra divina que él mismo llamará después Pequeñas Obreras de los Sagrados Corazones. El don de Dios consistía en un emblema que debía ser la síntesis visible de su proyecto de vida sacerdotal.
Se ordenó sacerdote el 17 de diciembre de 1881. Toda su vida sacerdotal puede ser sintetizada en su unión con Dios en la oración, la vivencia del carisma mínimo como terciario y el acercamiento al pueblo gracias a su celo pastoral.
En 1887 fue nombrado arcipreste (sacerdote que, por mandato del obispo, tiene a su cargo ciertas tareas sobre sacerdotes e iglesias de una jurisdicción determinada) de la Iglesia de San Nicolás, en Acri. Acri es un pueblito de la Calabria, a las faldas de la meseta silana, bastante lejos de los centros, aislado entre sus montes y sus valles irrigados por numerosos torrentes que dan aspecto pintoresco al pueblito. La mayor parte de la gente vivía en la zona rural y se encontraba abandonada en la oscuridad de la ignorancia religiosa, manteniendo un concepto extraño de la vida cristiana, considerando a la misma como un conjunto de supersticiones y prácticas religiosas que se asemejaban al fanatismo. Su fe era débil, gran abandono y males graves se sufrían en el seno de las familias; pero no es que faltaban almas buenas y cristianos que llevaran una vida ejemplar, porque Acri ha sido siempre fecundo en santos, genios y poetas.
Francisco Mª Greco pensó que, antes de todo, era necesario instruir, es decir, aclarar las tinieblas. Especialmente, acoger las almas dispersas de los niños y hacerles conocer a Dios. En su parroquia, entonces, era necesario instituir una escuela catequística, como base de todas las demás obras que hubieran surgido después.
Fue así como, bajo el influjo del Espíritu Santo, comenzó a organizar la escuela de catecismo de la Doctrina Cristiana. Dividió a los niños por aulas, según la edad y, como responsable de cada grupo, puso a una joven capaz de enseñar a los pequeños. De esta manera, nace la Pía Unión de las Hijas del Sagrado Corazón, cuya superiora y directora fue la hermana del arcipreste, la Srta. María Teresa Greco. Rafaela de Vincenti se desempeñó en el cargo de vice-directora de la misma.
Sin embargo, el 31 de mayo de 1892, unos meses después del fallecimiento de su hermano Filipo, muere la hermana del Padre y él no puede más que rezar en su dolor: “Hágase, Señor, tu voluntad”.
En oración, delante del Señor, escribió así: “Estoy delante de Jesús Sacramentado solemnemente expuesto.¡Cuánto sufrimiento agrava mi espíritu! ¡Cuántos dolores me han sucedido sin un momento de tregua!.
Ahora, más que antes, puedo exclamar: Verdaderamente estoy en medio de espinas, oh Señor, duras y punzantes. ¡Hágase tu voluntad!”. De su amor Sacramentado, Francisco tomó la fuerza y la luz necesarias para llevar adelante los designios de Dios.
Luego de la muerte de María Teresa Greco, fue la Srta. Rafaela de Vincenti quien se hizo responsable de la Pía Unión. No resultó fácil para ella este nuevo camino, pues, bajo el acompañamiento del santo sacerdote Greco, fue descubriendo que el Señor la llamaba a una especial consagración, estilo de vida al que la familia se oponía. No obstante, gracias a la fuerza que le concedían los Sagrados Corazones y a la unión espiritual con su Padre guía, ella fue capaz de vencer los obstáculos.
Ambos serían los fundadores de una nueva Congregación para la gloria de los Sagrados Corazones. El 15 de febrero de 1893, Francisco M. Greco escribe así:”Hago voto de aceptar la Santa Unión espiritual con la fundadora de las Pequeñas Obreras de los Sagrados Corazones, que, en la vida nueva, tomó el nombre de mi querida hermana María Teresa, agregándole “de los Sagrados Corazones”, por voto delante de los Sagrados Corazones deberé considerarla, y tendrá que ser, mi hija espiritual y mi hermana en estos Sagrados Corazones. Ellos son nuestra morada, el objeto de nuestros pensamientos y el celo prudente de nuestros trabajos”.
Finalmente, el 21 de Noviembre de 1894, la Madre Co-fundadora viste el hábito religioso dando comienzo a la querida Congregación.de Pequeñas Obreras, buscaban ser como aquellos obreros que en una construcción que pasan los ladrillos de mano en mano. Es su misión que su obrar sencillo y humilde sirva para la edificación del Reino de Dios y la gloria de los Sagrados Corazones.
La congregación obtiene la aprobación pontificia el 22 de diciembre de 1931. El fundador no pudo recibir esta alegría, ya que había partido a la casa del Padre el 13 de enero de ese año.
El 19 de abril de 2004, el fundador fue proclamado Venerable por su Santidad, el Papa San Juan Pablo II, reconociendo sus virtudes heroicas. El 21 de enero de 2016, el Santo Padre Francisco autorizó la promulgación del decreto reconociendo el milagro obrado por el Señor por intercesión del Venerable Siervo de Dios Francisco María Greco.
http://es.catholic.net/op/articulos/61265/francisco-mara-greco-venerable.html
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