Se terminó el mes de julio, mes de la Virgen del Carmen. Pocos saben de la devoción de San Francisco de Paula al escapulario de María como prenda de devoción y compromiso en el esfuerzo en la santificación. Del mismo modo, este amor a la Santísima Virgen María, lo contemplaba cada día nuestro fundador en los misterios del Santo Rosario, devoción mariana cuya fervorosa práctica tanto aconsejaba a todos.
Cuentan que el rey Luis XI, al que acudió en sus últimos años nuestro fundador, estando en la batalla vio como a uno de sus soldados la flecha que le alcanzaba mortalmente se desviaba del escapulario que llevaba, salvando así la vida. Desde ese momento, decidió que todos sus soldados, y el mismo, vestirían el escapulario como agradecimiento y protección de la Bienaventurada Virgen María.
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