Rendido a estos tus pies,
buen Jesús mío,
considerando las incontables
muestras de amor que me has dado,
considerando las incontables
muestras de amor que me has dado,
y las sublimes lecciones
que me enseña como amigo,
que me enseña como amigo,
tu queridísimo Corazón,
te pido humildemente la gracia
de conocerte, amarte y servirte
te pido humildemente la gracia
de conocerte, amarte y servirte
como fiel discípulo que contigo es puesto,
y quiere hacerse digno
de las gracias y bendiciones
de las gracias y bendiciones
que generoso concedes a los que de verdad
te conocen, aman y sirven.
Recuerda que soy muy pobre,
Recuerda que soy muy pobre,
buen Jesús mío,
y necesito de Ti,
como el mendigo
de la limosna que el rico le vaya a dar.
Recuerda que soy muy torpe,
tú que eres mi Maestro
tú que eres mi Maestro
y necesito de tus sencillas enseñanzas
para darme luz y guía en mi ignorancia.
Recuerda que soy muy débil,
para darme luz y guía en mi ignorancia.
Recuerda que soy muy débil,
tú que eres poderoso refugio de los débiles,
y como caigo a cada paso,
y como caigo a cada paso,
necesito apoyarme en Ti para no recaer.
Sélo todo para mí, Sagrado Corazón:
Sélo todo para mí, Sagrado Corazón:
socorro de mi miseria,
luz de mis ojos,
soporte de pasos,
remedio de mis males,
auxilio en toda necesidad.
De ti lo espera todo mi pobre corazón.
Tú lo alentaste e invitaste,
Tú lo alentaste e invitaste,
cuando en diversos momentos
dijiste repetidas veces en tu Evangelio:
dijiste repetidas veces en tu Evangelio:
“Vengan a Mí”, “aprendan de Mí”,
“pidan”, “llamen”.
A las puertas de tu Corazón,
vengo pues, y llamo, y pido, y espero.
vengo pues, y llamo, y pido, y espero.
Del mío te hago, mi Señor,
firme, formal y decidida entrega.
Tómalo tú, y dame en cambio,
lo que sabes que me ha de hacer
Tómalo tú, y dame en cambio,
lo que sabes que me ha de hacer
bueno en la tierra
y dichoso en la eternidad. Amén.
y dichoso en la eternidad. Amén.
(renovada por Javier Albisu sj)
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