25/11/17

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY (CICLO A)


Mt 25, 31-46

  • ¿Reconozco a mi Señor como Rey?
  • ¿Me implico en la labor por su Reino?
  • ¿Lo dejo reinar en mi vida?
  • ¿Vivo y promuevo las obras de misericordia?
  • ¿Lo espero preparado y esperanzado?

18/11/17

XXXIII DOMINGO ORDINARIO (CICLO A)


Mt 25, 14-30:

  • ¿Soy consciente de que trabajo en la Hacienda del Reino?
  • ¿Rentabilizo mis talentos?
  • ¿Ayudo y animo a otros a reconocer sus talentos?
  • ¿Trabajo por el Reino o por mi reino?
  • ¿Soy siervo fiel?
  • ¿Cuáles son mis miedos? ¿Qué me retiene en la entrega?
  • ¿Me cuido de quedarme fuera, en el llanto y crujir de dientes?

11/11/17

XXXII DOMINGO ORDINARIO (CICLO A)


Mt 25, 1-13
  • ¿Reconozco en el esposo a mi Señor?
  • ¿Reconozco en el banquete el Reino de los Cielos?
  • ¿Lo espero confiado y preparado?
  • ¿Soy de las prudentes o de las necias?
  • ¿Me preocupo de tener siempre aceite -cultivar mi vida de fe-?
  • ¿Ayudo a otros a esperar confiados y alegres la parusía?

8/11/17

SAN FRANCISCO DE PAULA. LA LIBERACIÓN DEL DINERO

"A través de la pobreza se perfecciona y profundiza el proceso de liberación espiritual hacia la dimensión del hombre perfecto según el modelo de Cristo, objetivo primordial de su vocación penitencial"

"San Francisco de Paula transmite a sus religiosos el amor a la pobreza: "y pues el dinero es muérdago del alma que arrastra a muchos a la perdición, por ello, para evitar la ocasión del pecado, prohibimos en el modo más absoluto no sólo poseer, sino aun tocar dinero"

"Desde esta óptica debemos leer la definición dada por el Paulano de la pobreza: "la pobreza de espíritu es renuncia a las preocupaciones temporales y a los afanes de esta vida que pasa, es allanarse el camino hacia Dios; es abstracción de la justicia terrena, fiel observancia de la ley divina; es fundamento de paz y de perfección. El fraile pobre es señor del mundo y, habiéndose abandonado totalmente en Dios, posee en la fe el dominio de todos los pueblos"

"Todo el comportamiento exterior debe estar imbuido de los principios de la pobreza abrazada; todo debe hablar de sencillez y austeridad, porque hay una íntima relación entre lo exterior y lo interior. "Ve, vende lo que posees y dalo a los pobres" La relación cristiana es clara: pobreza-caridad"

"Se trata de la liberación del espíritu a fin de hacerlo idóneo para las cosas de Dios: "esto para que, al retener las limosnas hechas para las necesidades de los religiosos, no demos la impresión de acumular tesoros en la tierra sino, al contrario, adquiramos con las piadosas dádivas tesoros en el cielo que ni los ladrones ni la herrumbre puedan consumir"

MOROSINI, J. F. (1992), En la ruta de Paula, col. Espiritualidad Mínima, nº 5. Delegación Ntra. Sra. de la Victoria, Barcelona, España, pp. 40-45

4/11/17

XXXI DOMINGO ORDINARIO (CICLO A)


Mt 23, 1-12

  • ¿Practico lo que creo? ¿Creo de verdad lo que digo creer?
  • ¿Se cuela la hipocresía en mi ser cotidiano?
  • ¿Busco reconocimientos, méritos, fama, poder... o solo a Dios?
  • ¿Lo reconozco como mi único Maestro?
  • ¿Lo reconozco como mi único Padre?
  • ¿Lo reconozco como mi único Director-Señor?
  • ¿Qué otros maestros y señores me apartan de Él?
  • ¿Vivo y busco vivir la humildad? ¿El abandono en Dios?

3/11/17

SAN FRANCISCO DE PAULA. LA LIBERACIÓN DE LA SOBERBIA.

"La virtud cristiana de la humildad es la que permite al hombre de fe participar en el misterio de la humillación del Verbo encarnado"

"La humildad cristiana no significa anulación de la persona sino, fundamentalmente, la inserción del sentido de la existencia humana en una dimensión de fe que pone a Dios por encima de todo y, que, por consiguiente, jerarquiza los valores del hombre en la perspectiva de Dios"

"La humildad evangélica, fundada sobre la humildad redentora de Cristo, rectifica la rebelión de la criatura ante su Creador"

"El pecado de soberbia obstaculiza directamente el camino de conversión y reconciliación con Dios y, en el fondo, el camino de la salvación"

"El eremita de Paula, consciente de esta verdad, consideraba la humildad como el valor primero y fundamental de su itinerario espiritual" 

"Por esta postura espiritual suya dio a su Orden el nombre de Mínimos, una denominación con un significado y motivación bien precisos: no ambicionar primeros puestos, honores, no abusar de la autoridad que se tenga, etc."

"No puede existir verdadero camino de liberación sobre la base de la llamada evangélica a la penitencia sin esta premisa de fondo que es la humildad"

"Desde la humilidad, el egoísmo es herido en sus raíces más profundas; no en el desprecio a los otros, sino la exhortación a que "cada uno se juzgue y desprecie a sí mismo"; no a la superestima, sino a la estima recíproca de la caridad; no la búsqueda ansiosa de sobresalir o de ponerse en evidencia, porque tal actitud debe atribuirse no a "espíritu de santidad" sino a "necedad y soberbia". En todos debe existir la conciencia de haber cumplido el propio deber "por gracia del Señor" y por ello deben sentirse "siervos inútiles"

"La abnegación cristiana no es destrucción irracional de la libertad de expresión de la persona; no significa renuncia a toda afirmación de sí mismo de las propias capacidades por el "placer" de la renuncia, sino más bien ponerse totalmente a disposición del reino de Dios, de su advenimiento y de su construcción"

"La liberación de la soberbia es el primer grado de una espiritualidad penitencial, porque cualquier mortificación sería farisaica si no estuviera basada sobre un humilde sentir de sí en las relaciones con los demás y, sobre todo, en las relaciones con Dios"

MOROSINI, J. F. (1992), En la ruta de Paula, col. Espiritualidad Mínima, nº 5. Delegación Ntra. Sra. de la Victoria, Barcelona, España, pp. 33-37