ORACIÓN
¡Nuestra Señora del Milagro, Madre y Reina de misericordia!
Postrados ante vuestra imagen nos entregamos totalmente a vuestra amorosa y eficaz protección.
Conservad viva y pura en nosotros aquella luz que es el manantial de la vida moral, la luz de la Fe.
Vos que os dignasteis aparecer milagrosamente para iluminar con esta luz de la fe el espíritu del hebreo Ratisbonne, renovad este prodigio en favor de tantos infelices hermanos nuestros que viven en la incredulidad y la indiferencia.
Iluminadnos ¡oh María! con vuestros resplandores, que nos hagan sumisos a los juicios divinos y nos enseñen a vivir constantemente como hijos de la luz. Amén.