28/12/16

LA VIRGEN DEL MILAGRO EN EL VATICANO

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El santo padre Francisco al concluir la catequesis de los miércoles saludó a los peregrinos procedentes de diversos países.
Entre los diversos grupos estaba el de la iglesia romana de Sant’Andrea delle Fratte, llegados con el cuadro original de la Virgen Milagrosa, o Madonna del Miracolo, que se expone en la basílica de San Pedro hasta el primero de enero. El motivo son los 175 años de la conversión de Alfonso Rastisbonne, en 1842, tras la aparición que tuvo de María en un altar lateral del templo de Sant’Andrea delle Fratte. El abogado Ratisbonne (1812-1884),  banquero muy rico, de religión judía pero libertino, despreciaba particularmente a la Iglesia Católica y al clero. Resentía que su hermano Teodoro se había convertido y ordenado sacerdote.  Su conversión tuvo gran impacto en la época influenciada por el racionalismo, que rechaza las realidades espirituales. En 1847 Alfonso Ratisbonne fue ordenado sacerdote jesuita.
El Papa en el Aula Pablo Vi con el cuadro de la Madonna del Miracolo
Siempre con el cuadro de la Madonna del Mirácolo, pintado poco después del prodigio por el artista Natale Carta, se rezará el viernes 30 por la tarde las Vísperas y poco después será el Te Deum presidido por el papa Francisco delante del cuadro de María que será entronizado en el Altar de la confesión. Y el sábado 1° la imagen estará en la misa de año nuevo que celebra el Santo Padre. Después el cuadro regresará a la iglesia donde siempre está expuesto.
De otro lado, al saludar a los artistas y técnicos del Golden Circus de Liana Orfei que hicieron unos números de acrobacia y prestidigitación en el Aula Pablo VI, Francisco aseguró que “la belleza siempre nos acerca a Dios”.
También dirigió un saludo especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. “Yo les llamo valientes –afirmó– porque hace falta valor para casarse y para hacerlo para toda la vida: ¡Muy bien!”.
Luego añadió. “Los santos inocentes mártires que recordamos hoy, nos ayuden a todos a ser fuertes en la fe mirando al Niño divino que en el misterio de Navidad se ofrece por la humanidad entera. Queridos jóvenes, crezcan también ustedes como él: obedientes a los padres y dispuestos a entender y a seguir la voluntad del Padre que está en los cielos.
A los enfermos les dijo: “deseo que vislumbren en la resplandeciente luz de Belén, el sentido de vuestros sufrimientos. Y les exhorto a queridos y valientes recién casados, a mantener constante, a la hora de construir vuestra familia, el amor y la entrega más allá de cualquier sacrificio y a que nunca terminen el día sin haber hecho las paces”.
 https://es.zenit.org/articles/exponen-cuadro-de-la-virgen-milagrosa-en-la-basilica-de-san-pedro/

24/12/16

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR


Lc 2, 1-14

  • Es en la cotidianidad donde se hace presente Dios, no en situaciones espectaculares ni hechos extraordinarios.
  • No había sitio en las posadas... ¿encuentra sitio en nuestro corazón?
  • Los pastores, humildes y sin más pretensiones que su tarea cotidiana, son los que primero encuentran al Niño, creen en el anuncio.
  • ¿Damos gloria a Dios con nuestra vida?
  • ¿Se complace Él en nosotros? 
  • Feliz Navidad, que Cristo encuentre lugar en nuestras vidas.

17/12/16

IV DOMINGO DE ADVIENTO (CICLO A)


Mt 1, 18-24

  • María desposada con José y encinta del Espíritu Santo, misterio de fe, la infinidad de Dios que decide encarnarse en la finitud del ser humano. 
  • José como hombre justo afronta las contrariedades con fe, sin violencia, en justicia y paz ¿como nosotros?
  • José se entrega a la reflexión y meditación de cara al Señor ¿qué hacer? ¿cómo actuar?
  • José que cumple estrictamente lo dicho por el Señor por medio del ángel, sin cortapisas. Es el FIAT de José
  • ¿Y nuestro FIAT? ¿Realmente vivo a Dios "con nosotros", "conmigo", o sigue siendo un ser lejano, al que recurrir en ocasiones, distante...?

10/12/16

III DOMINGO DE ADVIENTO (CICLO A)


Mt 11, 2-11

  • Juan en la cárcel por su coherencia vital con el mensaje de Dios. El martirio cotidiano de muchos cristianos hoy.
  • ¿Duda Juan de Cristo? Como cualquiera de nosotros que, en ocasiones, también parece que estemos buscando y esperando a "otro" que no es Cristo el Mesías que ya se nos ha dado.
  • Reflexionar sobre la obra de Jesús, empaparnos de su Evangelio, es un hermoso método para reconocerlo como Señor y Salvador.
  • ¿Duda Cristo de Juan? No, al contrario lo ensalza por su coherencia de vida, su acogida y espera, su sacrificio incluso...
  • Y avisa a sus "seguidores", también a nosotros, ¿qué salisteis a ver?... ¿qué actitud tengo que tener desde la enseñanza de Juan para este Adviento, para mi vida como acogida y entrega a Cristo?


8/12/16

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA


Lc 1, 2-38

  • "Llena de gracia" es saludada por el arcángel Gabriel... luego si está llena de gracia no hay hueco ni lugar para el pecado. Porque Dios la quiso preservar del pecado original (y así ser impecata) en virtud del hijo que iba a concebir).
  • María se asusta con tal saludo... "¿cómo voy a ser yo inmaculada hasta el punto de estar el Señor conmigo?" -parece preguntarse-, pero el arcángel le aclara "has hallado gracia delante del Señor". Es un misterio de Dios (nosotros lo llamamos dogma mariano)
  • María se pregunta cómo va a ser tal embarazo cierto si ella sigue siendo virgen. Pero los caminos de Dios, su irrupción en nuestra historia "humanado", va por otros caminos que no son los puramente biológicos.
  • El FIAT de María, pese a que podrían haberla lapidado, repudiado, condenado a la marginación, etc. Su entrega y confianza total en Dios... 
  • Nuestra misión en el Adviento, renovar nuestro FIAT como María, ayudados de su intercesión inmaculada. 

3/12/16

AÑO MARIANO EN EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL MILAGRO


En la conmemoración del 175º aniversario de la conversión del judío Alfonso de Ratisbona por medio de la aparición de la Virgen María (Ntra. Sra. del Milagro) en la iglesia de los mínimos de San Andrés en Roma (Sant'Andrea delle Fratte); el Papa Francisco ha concedido la celebración de un Año Mariano a dicho santuario. 

Todos los feligreses y demás peregrinos que a dicho santuario acudan, podrán obtener la indulgencia plenaria (con los requisitos habituales de la confesión, comunión y oración por las intenciones del Sto. Padre).

Este Año Mariano se clausurará el 20 de enero de 2018. 


Así, en esta conmemoración especial, tengamos a la abogada de los mínimos, Ntra. Sra. del Milagro, como modelo y ejemplo en nuestra conversión diaria, para "hacer lo que Él nos diga". 

Sobre la historia de la advocación y suceso de la conversión véase Ntra. Sra. del Milagro

¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nos que recurrimos a vos!


II DOMINGO DE ADVIENTO (CICLO A)


Mt 3, 1-12
  • Todos estamos necesitados de conversión constante.
  • Quizás por eso se nos diga, en el desierto (en nuestras sequedades, incoherencias, impotencia...), preparemos el camino al Señor.
  • ¿Me preparo realmente? ¿Quiero acogerlo -renovar mi acogida- en serio?
  • El testimonio de pobreza y penitencia de Juan el Bautista atrae a muchos... pero no como mera curiosidad de seguidores o fans, quieren confesarse y cambiar de vida. También San Francisco de Paula atrajo a muchos de esta forma de vida concreta. 
  • ¿Cuáles son mis frutos? ¿Doy verdaderos frutos de santidad o es necesario cortar cosas en mí?
  • ¿Somos fieles a nuestro compromiso y nuestra triple misión como bautizados?

2/12/16

¡PROVECHOSO ADVIENTO A TODOS!


Un precioso canto para el Adviento, disfrutémoslo y no olvidemos lo que dice (a continuación letra latina y castellana), en nuestro quehacer mínimo de acogida de Dios en penitencia, austeridad y entrega a todos.
RORATE CAELI

Rorate Caeli desúper et nubes plúant justum
(Derramad, oh cielos, vuestro rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo)


Ne irascáris Dómine, ne ultra memíneris iniquitátis
Ecce cívitas Sancti facta est desérta
Sion desérta facta est, Jerúsalem desoláta est.
Domus sanctificatiónis tuae et gloriae tuae
Ubi laudavérunt Te patres nostri.
(No te enfades, Señor, ni te acuerdes de la iniquidad.
Eh aquí que la ciudad del Santuario quedó desierta:
Sión quedó desierta; Jerusalén está desolada.
La casa de tu santidad y de tu gloria,
Donde nuestros padres te alabaron)


Rorate Caeli desúper et nubes plúant justum.
(Derramad, oh cielos, vuestro rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo)


Peccávimus et facti sumus tamquam immúndus nos,
Et cecídimus quasi fólium univérsi
Et iniquitátes nostrae quasi ventus abstulérunt nos
Abscondísti fáciem tuam a nobis
Et allisísti nos in mánu iniquitátis nostrae.
(Pecamos y nos volvimos como los inmundos,
Y caímos, todos, como hojas.
Y nuestra iniquidades, como un viento, nos dispersaron.
Ocultaste de nosotros tu rostro
Y nos castigaste por mano de nuestras iniquidades)


Rorate Caeli desúper et nubes plúant justum.
(Derramad, oh cielos, vuestro rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo)


Víde, Dómine, afflictiónem pópuli tui
Et mitte quem missúrus es
Emítte Agnum dominatórem terrae
De pétra desérti ad montem fíliae Sion
Ut áuferat ipse jugum captivitátis nostrae.
(¡Mira, Señor, la aflicción de tu pueblo,
Y envíale a Aquel que vas a enviar!
Envíale al Cordero dominador de la tierra
Del desierto de piedra al monte de la hija de Sión
Para que Él retire el yugo de nuestro cautiverio)


Rorate Caeli desúper et nubes plúant justum.
(Derramad, oh cielos, vuestro rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo)


Consolámini, consolámini, pópule meus
Cito véniet salus tua
Quare moeróre consúmeris, quia innovávit te dolor?
Salvábo te, noli timére
Ego énim sum Dóminus Deus túus Sánctus Israël, Redémptor túus.
(Consuélate, consuélate, pueblo mío,
¡En breve ha de llegar tu salvación!
¿Por qué te consumes en la tristeza, por qué tu dolor?
¡Yo te salvaré, no tengas miedo!
Porque Yo soy el Señor, tu Deus,
El Santo de Israel, tu Redentor)

Rorate Caeli desúper et nubes plúant justum.
(Derramad, oh cielos, vuestro rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo)

26/11/16

I DOMINGO DE ADVIENTO (CICLO A)


Mateo 24:37-44
  • ¿Estamos preparados para el fin de nuestra vida actual? ¿Estamos preparados para encontrarnos con Él?
  • No se trata de no ocuparnos y disfrutar de las cosas de esta etapa de la vida, pero sin dejar que ellas nos distraigan de lo que nos aguarda.
  • ¿Estamos dispuestos a salvarnos solos? ¿Animamos a quienes nos rodean a vivir la salvación día a día?
  • ¡Ven Señor Jesús! ¡Heme aquí!

19/11/16

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY (CICLO C)


Lucas 23:35-43
  • Todos "tientan" nuevamente a Jesús (como el demonio en el desierto) a que use su poder y gloria al margen de la misión de Dios. Todos piensan en la salvación material (en esta vida), pero Cristo nos muestra que precisamente de la corrupción y la maldad que impera en este mundo es de lo que debemos salvarnos (transformando así esta mundo desde hoy).
  • Un rey que prefiere la corona de espinas y entregarse hasta la muerte, ¿qué tal nosotros como súbditos de tal Rey?.
  • ¿Lo dejamos reinar en nuestras vidas? ¿Promovemos su Reino?
  • Un sincero arrepentimiento, un corazón convertido... "hoy estarás conmigo en el Paraíso". La misericordia de Dios es infinita. 

17/11/16

CALENDARIO 2017

Ya está disponible en nuestras comunidades el calendario de la Orden de los Mínimos para el próximo año 2017


12/11/16

XXXIII DOMINGO ORDINARIO (CICLO C)


Lucas 21:5-19

  • Lo material pasa, no es lo importante. No entreguemos nuestro corazón a otros mesías que todo prometen y nada cumplen. Sólo Dios.
  • Estar preparados para el fin no es estar preparados para el fin de los tiempos (que también). Hay un "fin" de mi tiempo, de mi vida (la muerte) que no avisa y para la que debería estar preparado siempre (confesión, Eucaristía, obras de misericordia...).



  • Lo veremos tal cual es, se trata de "no morir" en esta vida a la fe, a la esperanza, a la creencia firme de que realmente "somos hijos de Dios y de la resurrección".
  • Por la libertad mal usada de los seres humanos ya vivimos guerras, persecuciones, injusticias varias ¡acabar con ellas debe motivar cada día de nuestra vida.
  • Terremotos y demás desgracias naturales son signos de una naturaleza que tiene sus leyes y que Dios deja actuar porque no es un Dios intervencionista, al fin y al cabo, no está todo en este mundo, sino en la vida que nos aguarda. "No perecerá ni un cabello de vuestra cabeza".
  • Tristemente la persecución religiosa aumenta, entre ellos a los cristianos. El Paráclito pondrá palabras en nuestra boca y consolación en los duros momentos ¡no tengamos miedo, ni dejemos de dar nuestro testimonio!

5/11/16

XXXII DOMINGO ORDINARIO (CICLO C)


Lucas 20:27-38
  • Aunque nos pueda parecer increíble el hecho de la Resurrección, hemos de pensar aquello de San Pablo: "si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe" y las palabras del ángel a María: "para Dios no hay nada imposible".
  • No creer en la resurrección es propio de aquellos que se han dejado arrastrar y cegar por el materialismo y el cientificismo, el aquí y el ahora, lo tangible, lo demostrable... pero Dios va más allá de las meras convenciones sociales (como el matrimonio con la viuda de tu hermano de la época) y naturales (con respecto a esta naturaleza).
  • Lo veremos tal cual es, se trata de "no morir" en esta vida a la fe, a la esperanza, a la creencia firme de que realmente "somos hijos de Dios y de la resurrección".
  • Es un Dios de vivos, no de muertos.

3/11/16

FIELES DIFUNTOS DE LA FAMILIA MÍNIMA

Como cada 3 de noviembre oramos en intercesión y agradecimiento por todos aquellos frailes, monjas, terciarios, familiares y bienhechores difuntos que siguieron las huellas de Cristo en esta vida de la mano de San Francisco de Paula. 


ORACIÓN
Señor, te encomendamos el alma de los frailes, monjas, terciarios, familiares y bienhechores de la Orden de los Mínimos y te suplicamos, Cristo Jesús, Salvador del mundo, que no les niegues la entrada en el regazo de tus patriarcas, ya que por salvarnos a todos bajaste misericordiosamente del cielo a la tierra.
Reconócelos, Señor, como criaturas tuya; no creada por dioses extraños, sino por ti, único Dios vivo y verdadero, porque no hay otro Dios fuera de Ti ni nadie que produzca tus obras.
Llena, Señor, de alegría sus almas en tu presencia y no te acuerdes de sus pecados pasados ni de los excesos a que las llevó el ímpetu o ardor de la concupiscencia.
Porque, aunque hayan pecado, jamás negaron al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu Santo; antes bien, creyeron, fueron celosos de la honra de Dios y adoraron fielmente al Dios que lo hizo todo en unión a San Francisco de Paula que también te los presenta y recomienda como a sus muy queridos hijos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 

30/10/16

XXXI DOMINGO ORDINARIO (CICLO C)


Lc 19:1-10

  • ¿Hacemos todo lo posible por ver a Jesús, por encontrarnos con Dios?
  • El no retenernos nuestra forma de vida, nuestros pecados, el cambio siempre es posible
  • Llamados a la conversión constante
  • ¿Qué necesito cambiar? ¿De qué me tengo que convertir? ¿Qué debo reparar?
  • Dejar atrás las habladurías, el creernos superiores.

23/10/16

XXX DOMINGO ORDINARIO (CICLO C)


Lc 18:9-14

  • ¿Nos tenemos por justos? ¿Cómo nos valoramos? ¿Hacemos autocrítica para mejorar?
  • ¿Nuestra actitud es la del publicano o la del fariseo?
  • El cumplimiento de la fe como mera rutina, como cumplir y "mentir"
  • La verdadera fe, sencilla, humilde, reconociéndonos necesitados de Dios e incapaces del todo sin Él
  • El que se ensalza será humillado, y el que se humilla ensalzado.

21/10/16

MÁXIMAS DEL BTO. NICOLÁS BARRÉ



La primera y principal ocupación del cristiano es combatir y destruir sus pasiones, y sobre todo la que domina más en él.
Entre las acciones heroicas del cristiano, una de las más nobles es la de confesarse a menudo, porque cada vez se vence y se supera a sí mismo.
No hay que desanimarse en el camino de la virtud, aunque se tenga una gran insensibilidad en los ejercicios de piedad, incluso en la confesión y la comunión.
Para hacer morir insensiblemente todos los vanos pensamientos del espíritu, conviene en las conversaciones entretenerse a menudo con Dios: “Si alguien habla, que sea como las palabras de Dios” (San Pablo).
Esta adoración divina (la de Jesús, Dios Hombre) produce sobre  todo el amor de Dios y del prójimo, sin que uno se dé cuenta. Este amor se hace muy grande, muy perfecto, excesivo. Llega a ser sin vana complacencia y sin amor propio”.
El que comienza tarde a conocer a Dios y a convertirse, viéndose ya avanzado en edad, debe redoblar el paso. Se recrea cual atleta corriendo su carrera.
El verdadero cristiano no busca las consolaciones sensibles y desea únicamente agradar a Dios. San Edmundo decía que hubiera preferido ir al infierno antes que cometer un pecado.
Uno de los mayores abusos de los cristianos, es que piensan más en enriquecerse para educar a sus hijos, que en tomar los medios para instruirles en el cristianismo.
Los padres y las madres están más obligados a dar buen ejemplo en su familia, a sus hijos y a sus criados, que hacer muchas obras buenas fuera de ella.
El cristiano debe estar convencido de que está más lleno de imperfecciones que todos aquellos que ve y conoce. Avanza en la perfección, cuando actúa con  esta persuasión interior.
Quien se ocupa de los deberes de su propio estado de la mañana a la noche, no ofende casi nunca a Dios.
Para avanzar en la perfección, hay que hacer el bien a todos sin cansarse, y esperar a verse maltratado y a sufrir.
Después de haber hecho algún acto de adoración, humildad, amor, etc., debemos pensar lo más sencillamente posible que es Dios quien nos ha dado ese amor, esta adoración, etc., y que esto viene de Él; y que nosotros le ofrecemos y devolvemos lo que Él ha querido darnos.
La buena oración y la buena mortificación van siempre al mismo paso. Las dos conducen a la destrucción de si mismo y a la apertura del corazón hacia el prójimo. He aquí a donde se dirige y a donde lleva el espíritu de Jesús. Quien no va allí vive de ilusiones.
Los cristianos deben alegrarse de que Jesucristo haya resucitado. Pero para ellos, deben más bien pensar en volver a los combates para establecer  aquí su Reino .
No hay que dar tantas vueltas sobre nosotros mismos. Vale más mirar a Dios y mantenernos ante Él, como pobres mendigos que esperan el socorro de su generosa misericordia, en una infinitud de miserias que nos agobian. También tenemos que levantar los ojos hacia la Santísima Virgen, los ángeles y los santos.
Si un cristiano puede alguna vez testimoniar alegría exterior, es cuando ve a Dios glorificado. Por lo demás, debe permanecer en una gran paz interior y es por este medio que debe conservar la visión de la presencia de Dios.
Para caminar con seguridad en su estado, es necesario en todas las cosas esenciales discernir según el espíritu de la fe.
No basta haber dado todos los bienes y no tener ningún apego por sus parientes más que en Dios y por Dios. Hay que seguir a Jesucristo hasta la destrucción total del amor a nosotros mismos, y de la más pequeña pasión desordenada.
Jesús siempre bajó: del cielo, de la montaña, a la tumba, a los infiernos.
Referente a las injurias, hay que hacer lo que uno hace cuando llueve muy fuerte: se busca un resguardo, se para bajo un árbol, se deja pasar la tormenta sin decir nada. Después de esto, uno sigue su camino o su trabajo como si no hubiera pasado nada.
La virtud pide un campo de batalla: cuando falta la lucha se queda sin fuerzas.
El pecado, es el infierno comenzado; y el infierno, es el pecado consumado.
Pensando a menudo en Dios, el alma siente que Dios piensa en ella. Percibe por este medio que Dios la ama, y que ella esta obligada a amarle. Esta reciprocidad de amor le produce una alegría y una dulzura extrema; descubre también que es Dios quien, por una bondad infinita, ha comenzado: “Es Él quien nos ha amado el primero”, y que desde la eternidad nos ha amado: “Te he amado con un amor eterno”.
Además, pensando a menudo en Dios, se quiere mucho y por consiguiente se ama mucho. Y lo que arrebata al alma es que se sienta iluminada y fortalecida a medida que se esfuerza. Percibe que obra en todo con mayor facilidad y claridad, y ve claramente que todo esto viene de Dios: “Todo lo que nos es necesario viene de Dios”.
En la Sagrada Escritura, Dios dice sin cesar: “Yo soy todo, yo puedo todo, yo veo todo, yo hago todo, yo termino y acabo todo”. ¿Qué es el hombre? Nada, si quiere ser algo. Algo, si quiere ser nada.
Para destruir la vanidad de espíritu, hay que entrar en el espíritu de la Iglesia. Una gota de vinagre arrojada en un tonel de vino pierde su ser.
Cuando veamos a alguien pecar, no hay que reprenderle agriamente, sino ir a él con dulzura y decirle: “Hermano, ¿por qué ofendes a Dios? ¿Por qué quieres condenarte?
El gusto por la virtud no es la virtud, y el gusto de Dios no es Dios.
No se es santo mientras nos demos cuenta de los defectos del prójimo.
Hay que tender siempre al bien universal de la Iglesia, más que al bien particular.
Cuando se buscan los caminos altos y elevados, sólo se llena la imaginación, mientras que el corazón queda vacío. Los espíritus presuntuosos están siempre al borde de un terrible precipicio.
El corazón orgulloso y suficiente obliga a Dios a subir más alto y a alejarse. “Cuando el hombre busca engrandecerse, Dios tiende a alejarse aún más”. Por el contrario, un corazón humilde, cuanto más se rebaja, más se acerca Dios a él: “Resiste a los orgullosos, da su gracia a los humildes”.
En la oración, y para la oración, es muy bueno llenarse de espíritu, o de las virtudes de Jesús, o de las grandezas de Dios, sus atributos, etc.
No basta hablar de las cosas de Dios. Hay que hacerlo en el Espíritu de Dios, y por el Espíritu de Dios. De otra forma, el espíritu de vanidad se insinúa y corrompe todo. Para evitar este mal, antes y después de actuar, hay que permanecer recogido y dependiente del Espíritu de Dios.
El respeto al prójimo debe estar lleno de amor, y este amor es santamente crucificante.
Tendríamos que morirnos de vergüenza cuando simulamos amar a Jesús, siendo así que en realidad no le amamos en absoluto; ya que en verdad no amamos a sus miembros, y no tenemos afecto al prójimo, del que el más pequeño de entre ellos es su imagen.
Si amo verdaderamente a mi prójimo, el dolor de verle perecer debe apagar el gozo que experimento al verme sobre el camino de la salvación eterna.
El alma muerta en sí misma actúa para su prójimo con mucha más fuerza que para sí misma.
Esta disposición de adorar a Dios profundamente pone al alma en la práctica de la presencia de Dios, en una gran sabiduría y modestia en todas sus acciones, y en una paciencia actual en las contrariedades y adversidades, por respeto hacia la majestad soberana, delante de la cual uno se humilla perpetuamente en espíritu.

16/10/16

XXIX DOMINGO ORDINARIO (CICLO C)


Lc 18:1-8

  • Es preciso orar siempre y sin desfallecer
  • Dios siempre nos va a escuchar y hacer justicia, es mejor que el juez que atiende no por ánimo de hacer justicia sino por evitarse molestias
  • En nuestra profesión ¿somos honestos y servidores, o nos servimos corruptamente?

10/10/16

SAN DANIEL COMBONI

10 de octubre


San Daniel Comboni, obispo y terciario mínimo
(1831-1881)

Daniel Comboni: hijo de campesinos pobres, llegó a ser el primer Obispo de Africa Central y uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia.
La vida de Comboni nos muestra que, cuando Dios interviene y encuentra una persona generosa y disponible, se realizan grandes cosas.

Hijo único - padres santos 
Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831, en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona. Su padre Luigi y su madre Domenica se sienten muy unidos a Daniel, que es el cuarto de ocho hijos, muertos casi todos ellos en edad temprana. Ellos tres forman una familia unida, de fe profunda y rica de valores humanos, pero pobre de medios materiales. La pobreza de la familia empuja a Daniel a dejar el pueblo para ir a la escuela a Verona, en el Instituto fundado por el sacerdote don Nicola Mazza para jóvenes prometedores pero sin recursos.
Durante estos años pasados en Verona Daniel descubre su vocación sacerdotal, cursa los estudios de filosofía y teología y, sobre todo, se abre a la misión de Africa Central, atraído por el testimonio de los primeros misioneros del Instituto Mazza que vuelven del continente africano. En 1854, Daniel Comboni es ordenado sacerdote y tres años después parte para la misión de Africa junto a otros cinco misioneros del Istituto Mazza, con la bendición de su madre Domenica que llega a decir: «Vete, Daniel, y que el Señor te bendiga».

En el corazón de Africa - con Africa en el corazón 
Después de cuatro meses de viaje, el grupo de misioneros del que forma parte Comboni llega a Jartum, la capital de Sudán. El impacto con la realidad Africana es muy fuerte. Daniel se da cuenta en seguida de las dificultades que la nueva misión comporta. Fatigas, clima insoportable, enfermedades, muerte de numerosos y jóvenes compañeros misioneros, pobreza de la gente abandonada a si misma, todo ello empuja a Comboni a ir hacia adelante y a no aflojar en la tarea que ha iniciado con tanto entusiasmo. Desde la misión de Santa Cruz escribe a sus padres: «Tendremos que fatigarnos, sudar, morir; pero al pensar que se suda y se muere por amor de Jesucristo y la salvación de las almas más abandonadas de este mundo, encuentro el consuelo necesario para no desistir en esta gran empresa».
Asistiendo a la muerte de un joven compañero misionero, Comboni no se desanima y se siente confirmado en la decisión de continuar su misión: «Africa o muerte!».
Cuando regresa a Italia, el recuerdo de Africa y de sus gentes empujan a Comboni a preparar una nueva estrategia misionera. En 1864, recogido en oración sobre la tumba de San Pedro en Roma, Daniel tiene una fulgurante intuición que lo lleva a elaborar su famoso «Plan para la regeneración de Africa», un proyecto misionero que puede resumirse en la expresión «Salvar Africa por medio de Africa», fruto de su ilimitada confianza en las capacidades humanas y religiosas de los pueblos africanos.

Un Obispo misionero original
En medio de muchas dificultades e incomprensiones, Daniel Comboni intuye que la sociedad europea y la Iglesia deben tomarse más en serio la misión de Africa Central. Para lograrlo se dedica con todas sus fuerzas a la animación misionera por toda Europa, pidiendo ayudas espirituales y materiales para la misión africana tanto a reyes, obispos y señores como a la gente sencilla y pobre. Y funda una revista misionera, la primera en Italia, como instrumento de animación misionera.
Su inquebrantable confianza en el Señor y su amor a Africa llevan a Comboni a fundar en 1867 y en 1872 dos Institutos misioneros, masculino y femenino respectivamente; más tarde sus miembros se llamarán Misioneros Combonianos y Misioneras Combonianas.
Como teólogo del Obispo de Verona participa en el Concilio Vaticano I, consiguiendo que 70 obispos firmen una petición en favor de la evangelización de Africa Central (Postulatum pro Nigris Africæ Centralis).
El 2 de julio de 1877, Comboni es nombrado Vicario Apostólico de Africa Central y consagrado Obispo un mes más tarde. Este nombramiento confirma que sus ideas y sus acciones, que muchos consideran arriesgadas e incluso ilusorias, son eficaces para el anuncio del Evangelio y la liberación del continente africano.
Durante los años 1877-1878, Comboni sufre en el cuerpo y en el espíritu, junto con sus misioneros y misioneras, las consecuencias de una sequía sin precedentes en Sudán, que diezma la población local, agota al personal misionero y bloquea la actividad evangelizadora.

La cruz como «amiga y esposa» 
En 1880 Comboni vuelve a Africa por octava y última vez, para estar al lado de sus misioneros y misioneras, con el entusiasmo de siempre y decidido a continuar la lucha contra la esclavitud y a consolidar la actividad misionera. Un año más tarde, puesto a prueba por el cansancio, la muerte reciente de varios de sus colaboradores y la amargura causada por acusaciones infundadas, Comboni cae enfermo. El 10 de octubre de 1881, a los 50 años de edad, marcado por la cruz que nunca lo ha abandonado «como fiel y amada esposa», muere en Jartum, en medio de su gente, consciente de que su obra misionera no morirá. «Yo muero –exclama– pero mi obra, no morirá».
Comboni acertó. Su obra no ha muerto. Como todas las grandes realidades que « nacen al pie de la cruz », sigue viva gracias al don que de la propia vida han hecho y hacen tantos hombres y mujeres que han querido seguir a Comboni por el camino difícil y fascinante de la misión entre los pueblos más pobres en la fe y más abandonados de la solidaridad de los hombres.

Fechas más importantes 
— Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831. 
— Consagra su vida a Africa en 1849, realizando un proyecto que lo lleva a arriesgar la vida varias veces en las difíciles expediciones misioneras desde 1857, que es cuando va por primera vez a Africa. 
— El 31 de diciembre de 1854, año en que se proclama el dogma de la Inmaculada Concepción de María, es ordenado sacerdote por el Beato Juan Nepomuceno Tschiderer, Obispo de Trento. 
— En 1864 escribe un Plan fundado sobre la idea de « salvar Africa por medio de Africa », que demuestra la confianza que Comboni tiene en los africanos, pensando que serán ellos los protagonistas de su propia evangelización (Plan de 1864). 
— Fiel a su consigna « Africa o muerte », no obstante las dificultades sigue con su Plan fundando, en 1867, el Instituto de los Misioneros Combonianos. 
— Voz profética, anuncia a toda la Iglesia, sobre todo en Europa, que ha llegado la hora de evangelizar a los pueblos de Africa. No teme presentarse, como simple sacerdote que es, a los Obispos del Concilio Vaticano I, pidiéndoles que cada Iglesia local se comprometa en la conversión de Africa (Postulatum, 1870). 
— Demostrando un valor fuera de lo común, Comboni consigue que también las religiosas participen directamente en la misión de Africa Central, siendo el primero en tomar tal iniciativa. En 1872, funda un Instituto de religiosas dedicadas exclusivamente a la misión: las Hermanas Misioneras Combonianas. 
— Gasta todas sus energías por los africanos y lucha con tesón para que sea abolida la esclavitud. 
— En 1877, es consagrado Obispo nombrado Vicario Apostólico de Africa Central. 
— Muere en Jartum, Sudán, abatido por las fatigas y cruces, en la noche del 10 de octubre de 1881. 
— El 26 de marzo de 1994, se reconoce la heroicidad de sus virtudes. 
— El 6 de abril de 1995, se reconoce el milagro realizado por su intercesión en una muchacha afrobrasileña, la joven María José de Oliveira Paixão. 
— El 17 de marzo de 1996, es beatificado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.
— El 20 de diciembre 2002, se reconoce el segundo milagro realizado por su intercesión en une madre musulmana del Sudan, Lubna Abdel Aziz. 
— El 5 de octubre de 2003, es canonizado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.

http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_20031005_comboni_sp.html