1. Te lo suplicamos por aquellas santas lágrimas con que bañaste la cruz, único consuelo de tu retiro en los seis años de soledad. Padre nuestro y Ave María.
2. Te lo suplicamos por los muertos que hiciste resucitar tocándolos con la cruz. Padre nuestro y Ave María.
3. Te lo suplicamos por todas aquellas curaciones que obraste mediante la señal de la cruz. Padre nuestro y Ave María.
4. Te lo suplicamos por el amor que te hizo escoger como sello de tu Orden la imagen de la Cruz rodeada de espinar para amonestar a tus hijos a poner toda la felicidad en la Cruz y en las espinas del Redentor. Padre nuestro y Ave María.
5. Te lo suplicamos por las lágrimas que derramabas al oír el nombre del Crucificado. Padre nuestro y Ave María.
6. Te lo suplicamos por la diligencia con que procurabas conformar tu vida a la del Señor crucificado. Padre nuestro y Ave María.
7. Te lo suplicamos por las especiales penitencias que hacías los viernes en memoria de la Pasión del Señor. Padre nuestro y Ave María.
8. Te lo suplicamos por todos los milagros obrados en viernes como para solemnizar la memoria de los sufrimientos del Redentor. Padre nuestro y Ave María.
9. Te lo suplicamos por la especial devoción a aquellos santos que, como el Patriarca de Asís, más vivamente copiaron la imagen del Crucificado. Padre nuestro y Ave María.
10. Te lo suplicamos por aquel prodigio que, a semejanza de Jesús, te hizo invisible a quienes venían con intención de capturarte. Padre nuestro y Ave María.
11. Te lo suplicamos por las huellas que, como Jesús en el Monte de los Olivos, dejaste marcadas sobre una piedra al marchar de Calabria. Padre nuestro y Ave María.
12. Te lo suplicamos por tantas veces como estuviste arrobado en éxtasis con los brazos abiertos en forma de cruz. Padre nuestro y Ave María.
13. Te lo suplicamos por tu preciosa muerte tan parecida en el día y en la hora a la del Señor Crucificado. Padre nuestro, Ave María y Gloria.
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