SAN FRANCISCO DE PAULA, UN MENSAJE DE LIBERACIÓN

"La penitencia por el paulano predicada, debe entenderse evangélicamente. No debe ser, por consiguiente, fruto de un sentido de culpa -así entendida llevaría al autolesionismo, al masoquismo... La penitencia, entendida evangélicamente, es conversión, liberación del mal interior del alma, condición indispensable de cualquier otra liberación humana que quiera inspirarse en el modelo cristiano"

"Pertenece a la constante tradición de la espiritualidad cristiana concebir la cuaresma como tiempo fuerte de conversión, tanto como para hacer pasar el término "cuaresma" a ser expresión de un estilo de vida completamente orientado a la renovación"

"Las abstinencias y los ayunos no tendrían ningún sentido si no existiese, como fundamento y como premisa, la radical conversión del hombre"

"Testigo él mismo -con su opción eremítica- de la primacía de Dios sobre cualquier otra realidad humana, Francisco de Paula quiere que sus seguidores -aun en situaciones distintas- lo sean igualmente"

"No hay una condena del hombre y de la realidad que él hace referencia, sino el anclaje del humanismo en la elección preferencial de Dios y de los valores que en Él encuentran su fundamento"

"Pero la limitación de que se se hace mensajero san Francisco de Paula no se limita sólo a la esfera interior, sino que mira al contexto general de la vida del hombre. La primera es necesaria para cualquier otra liberación"

"No faltan episodios en su vida que nos lo presentan alzando evangélicamente la voz contra la explotación de los pobres y los débiles"

MOROSINI, J. F. (1992), En la ruta de Paula, col. Espiritualidad Mínima, nº 5. Delegación Ntra. Sra. de la Victoria, Barcelona, España, pp. 23-30