29/4/20

DÍA 5º.- NOVENARIO A SAN FRANCISCO DE PAULA - ALAQUÀS (VALENCIA)

QUINTO DÍA
Contemplando la virtud de la CASTIDAD




(+) En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
 
“Glorioso Padre y Patriarca, San Francisco de Paula, pues os levantasteis con el glorioso renombre de taumaturgo en la Iglesia y sois el plenipotenciario de Dios, interceded con el Señor, si ha de ser para mayor honra y gloria suya y mi salvación, que consiga lo que pido y deseo en esta novena; Alcanzadme esta gracia si me conviene, y si no, enderezad mi petición y pedidle me dé aquello que más me convenga, para que yo consiga la vida eterna y le ame para siempre”.

(Ante la imposibilidad de elevar la alabanza del trisagio, cada persona contemple los misterios del Santo Rosario o la oración de Vísperas, según le sea más práctico o tenga costumbre.)

LECTURA DEL EVANGELIO (Lc 1, 26-38)
"Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue."


REFLEXIÓN (Mn. Pedro San Clemente)
La Castidad (Lc 1,26-38)
En este quinto día de novenario en honor a san Francisco de Paula, se nos invita a contemplar la virtud de la castidad en san Francisco de Paula.
Cristo en su evangelio proclamó: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. María, san Francisco de Paula, todos los santos han experimentado viva la presencia de Dios en su vida porque su corazón estaba lleno de Dios y sentían de verdad la bienaventuranza de Cristo.
San Francisco de Paula vivió de tal manera su dominio de sí mismo, que aprendió a vivir con un corazón verdaderamente libre para sentir y gozar la presencia de Dios. Él es uno de “los limpios de corazón” que ha adquirido con la humildad la verdadera libertad interior con la que también se unió a la fiesta del “sí” y del amor, como María en su Anunciación.
La caridad sobre la que ya hemos reflexionado en nuestro novenario, es la forma de todas las virtudes. Bajo su influencia la castidad aparece como una escuela de donación de la persona, y el dominio de sí está al servicio de la entrega de uno mismo como don. Por eso la castidad conduce al que la practica a ser ante el prójimo un testigo de la fidelidad y de la ternura de Dios.
En el santo de Paula la fidelidad a Dios y la entrega a su amor se convierten en el marco de todas sus virtudes: de la castidad, de la pobreza, de la obediencia, de la humildad…
San Francisco de Paula vivió con un corazón indiviso y casto que le llevó al amor al prójimo. Que también nuestro corazón esté libre para sentir y gozar la presencia de Dios en nuestras vidas y en nuestro mundo. Y que seamos con san Francisco de Paula también nosotros de los limpios de corazón, que han adquirido con la humildad, el desprendimiento y el dominio de nosotros mismos, es decir, la verdadera libertad que nos conduzca hasta la Pascua eterna.

ORACIÓN PARA PEDIR LA VIRTUD DE LA CASTIDAD
¡Oh, glorioso San Francisco de Paula!, por aquella angelical pureza por la que, en el curso casi secular de tu vida, no manchaste nunca el candor de la inocencia virginal, consíguenos de Dios la gracia de purificar nuestra alma de toda impureza, de tal manera que no volvamos a ser nunca más objeto de aborrecimiento a su purísima mirada. ¡Oh lirio de pureza y bálsamo de santidad!, alcánzanos el favor que hoy te suplicamos, para no consentir que ni de pensamiento ni de obra podamos manchar en lo más mínimo tan hermosa virtud. Queriendo así siempre agradar más al Señor, estamos seguros que por tu intercesión, será muy pronto acogido este ardiente deseo de nuestro corazón. Amén

(En memoria de los 6 años que estuvo san Francisco de Paula en el desierto de Paula rezaremos 3 padrenuestros con Avemaría y gloria o recitamos las Letanías de San Francisco)

LETANÍAS DE SAN FRANCISCO DE PAULA
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial, ten misericordia de nosotros
Dios, Hijo, Redentor del mundo
Dios, Espíritu Santo
Trinidad Santa, un solo Dios
Santa María, ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Virgenes
San Francisco de Paula
Pastor clemetísimo
Guardián solícito
Intercesor eficaz
Protector asiduo
Abogado nuestro
Patrón amable
Modelo de penitencia
Norma de humildad
Fundador de los Mínimos
Portaestandarte de la caridad
Seguidor de la pobreza
Regla de la castidad
Padre de los pobres
Amparo de los débiles
Varón lleno del Espíritu Santo
Impetrador de favores
Ayuda en las angustias
Tú, que venciste al demonio y al pecado
Tú, que curaste a los enfermos
Tú, que resucitaste a los muertos
Taumaturgo en todo género de milagros
Santo Padre de los Mínimos, conserva tu familia, te rogamos óyenos.
Santo Padre Francisco de Paula, guarda nuestra ciudad y al mundo entero
Santo Padre, intercede por nosotros
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.

CANTO
Oh San Francisco glorioso
de Paula realce y honor.
míranos tú, bondadoso
y danos Fe y santo Amor.

Protege a la Iglesia Madre nuestra,
sé firme de la patria protector,
y a todos libre, tu potente diestra
de toda seducción y todo error.

¡Oh San Francisco glorioso!, …


(después del canto, haremos un momento de silencio, pediremos por todos los fieles difuntos, por el fin de la pandemia, así como la gracia especial que, por intercesión de san Francisco de Paula, deseemos alcanzar).


ORACIÓN GENERAL
Santísimo Padre mío, San Francisco de Paula, yo os suplico por la pasión y muerte de Jesús, de quien fuisteis tan devoto, y por su Santísima Madre, de quien en el desierto recibisteis preciosísimo néctar, me alcancéis el mayor favor que es un amor a todas las virtudes y la perseverancia en ellas; El que no sea yo tan infeliz, que llegue a entrar en el camino de la perfección y no acabe la carrera: antes merezca por vuestra intercesión, un verdadero arrepentimiento de todos mis pecados, que el demonio huya de mi para que no me engañe, ni atienda yo a sus halagos acibarados y llegue al último grado de las virtudes, que es el amor de Dios, y gozar en compañía de la Virgen Madre y de todos los coros de los ángeles, de la vuestra y de todos los demás santos del cielo, los eternos regalos de la gloria. Amén

CANTO
Sois lucero de humildad,
Francisco en Paula nacido.
Mínimo de Dios querido,
nuevo sol de caridad.

Pues cual nuevo precursor
la Caridad nos mostráis
y el celo con que la amáis
os abrasa en vivo ardor;
en cualquier adversidad
socorred al afligido.
Mínimo de Dios ...

Vuestros trece viernes son,
devoción bien señalada,
con milagros aprobada
que casi infinitos son
de ella con grande humildad
los monarcas se han valido.
Mínimo de Dios ...

En toda necesidad,
nuestro ruego es de ti, oído,
Mínimo de Dios querido,
nuevo sol de caridad.

Ruega por nosotros San Francisco de Paula
R/. Para que seamos dignos de alcanzar, las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

oración
Señor, Dios nuestro, grandeza de los humildes, que has elegido a san Francisco de Paula, Mínimo entre los hermanos, para elevarlo a la gloria de tus santos, concédenos, por su intercesión y a imitación suya, alcanzar de tu misericordia el premio prometido a los humildes.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Himno de San Francisco de Paula.
Al Mínimo de Dios querido,
nuestro Padre protector,
himnos de gloria y honor,
cantémosle, cantémosle sin cesar:
Patriarca San Francisco
de Paula nuestro consuelo,
gloria te den tierra y cielo,
por tu grande Caridad.

En día de tribulaciones,
a Ti acude, a Ti acude, Santo mío
este es tu pueblo querido
postrándose ante tu altar
y al pedirte en la oración
un favor hemos sentido;
vuestro manto nuestro nido

y sostén la Caridad.

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